El coach nutricional estadounidense Anthony Howard-Crow se alimentó durante cien días a base de helado para demostrar que perder peso es cuestión de cantidad de calorías ingeridas a diario más allá de la procedencia de los alimentos.
El método dietario utilizado por el joven fue a base de consumir un máximo de 2 mil tomando helado todos los días para demostrar que se puede adelgazar y mantener la figura en forma sin estar seleccionando determinados alimentos.
"Quería demostrar que en una dieta la clave para perder peso es gastar más calorías que las que entran en tu cuerpo, independientemente de que estas procedan de pechuga de pollo a la plancha o de helado", afirmó a los medios Howard-Crow.
Las 2 mil calorías que consumió el nutricionista fueron complementadas con otras 500 de suplementos con proteínas y un poco del alcohol de vez en cuando. El proceso fue compartido por Howard-Crow a través de las redes sociales y el resultado final fue exhibido en su canal de YouTube.
Como consecuencia de la rigurosa dieta que llevó adelante el joven perdió 15 kilos y en posteriores análisis quedó demostrado que descendió el colesterol malo y los triglicéridos.
La teoría del coach nutricional se cumplió: “Cuando se trata de adelgazar, lo que más importa es que el número de calorías consumidas sea menor que el de las que se gastan”, explicó y detalló que en su en su caso las calorías que consumió a base de helado no cubrían su consumo diario, lo que le hizo perder peso, indistintamente de su procedencia.
Pero si bien, en un primer momento el procedimiento resulto exitoso, luego la realidad fue otra. En medio de la prueba alimenticia empezó a sentirse cansado, dejo de entrenar, sus niveles de testorona disminuyeron, perdió masa muscular y comenzó a tener mal humor. "Esta dieta fue, sin duda, la aventura más miserable que he emprendido", dijo Howard-Crow y desaconsejó la dieta.