La pedrea que azotó a la ciudad el miércoles 15 de este mes afectó de diversas maneras a los rosarinos. Muchos perdieron lo poco que tenían y ante la impotencia surgieron manifestaciones como los cortes de calle en diversos puntos. Pero otros, más aislados, no tuvieron como organizarse y se quedaron lejos de la asistencia.
Ese últimos es el caso de Justino Pereyra de 72 años y Alejandro Lattante de 88, que viven junto en una casa de pasillo de Salta 3139. La tormenta les rompió el techo y a ellos no les alcanza para repararlo, y no saben dónde recurrir. Los jubilados pedían que no llueva, pero este sábado se les terminó la suerte. ¿Qué pasa con los damnificados de la tormenta que quedaron fuera de la asistencia?