Una estudiante de Medicina de 26 años fue violada y asesinada a cuchillazos, mientras que una compañera de estudios resultó gravemente herida, luego de ser atacadas presuntamente por un vecino en una casa de la localidad bonaerense de Punta Lara, en el partido bonaerense de Ensenada.
Fuentes policiales y judiciales informaron que el hecho se registró ayer cerca de las 3.30 de la madrugada en una antigua finca de dos plantas ubicada en la calle 126, entre 5 y 7, en la mencionada localidad balnearia, donde vivía la víctima fatal, identificada como Mariana Córdoba.
"La víctima sale a cerrar el portón y a entrar a sus perros. Ahí ya lo tenía encima (al agresor) y a partir de allí, armado, las ataca a ambas, las ata, las viola y después intenta prenderlas fuego para evitar ser reconocido", contó la fiscal de La Plata Virginia Bravo, a cargo de la causa.
Bravo explicó que el agresor, identificado por fuentes policiales como Ariel Osvaldo Báez (23), no efectuó disparos contra las jóvenes, pero las amenazaba permanentemente con un arma de fuego.
El agresor, de acuerdo al testimonio de la joven que sobrevivió, llevó a ambas jóvenes a una habitación de arriba, las ató y mientras las amenazaba con un arma de fuego, abusó de ellas.
Además, tomó un aerosol que había en el lugar y, con un encendedor, lo utilizó como una especie de lanzallamas y les provocó quemaduras a ambas estudiantes, tanto en el pecho como en las extremidades.
Posteriormente, con el mismo método, intentó prender fuego toda la casa, pero la quemó parcialmente y huyó del lugar, dejando a las jóvenes entre cenizas y maderas que cayeron del techo.
La Policía llegó al lugar luego de escuchar los gritos de la joven sobreviviente, que se arrastró hasta la vereda para ser oída, y logró que un vecino diera alerta a las autoridades.
Luego descubrieron dentro del domicilio el cadáver de Córdoba.
La víctima fatal, que estaba por recibirse de médica en breve, presentaba golpes, cortes en el cuello y en el tórax y quemaduras en el pecho y en la mano izquierda.
Su amiga mostraba signos de haber sido atacada también a puntazos en diferentes partes del cuerpo, por lo que fue trasladada de urgencia a un centro asistencial de la zona, donde se le realizaron curaciones y fue estabilizada antes de ser derivada al hospital Cestino de Ensenada.
Con los datos aportados, la Policía salió en busca del sospechoso y lo halló durmiendo en la vivienda de al lado, donde se encontró ropa ensangrentada y húmeda, la cual será sometida a peritajes para establecer si fue usada en el ataque.
Al revisar la parte trasera del domicilio, se encontró una mochila donde había una notebook, un teléfono celular y dinero en efectivo que les habría sustraído a las víctimas antes de escapar del lugar.
La fiscal Bravo dijo que el imputado "tiene hechos de violencia en el barrio y era una persona irascible, que tenía problemas vecinales".