Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) comprobó la presencia de “efectos neurotóxicos” del glifosato sobre el sistema nervioso de mamíferos.

El estudio fue realizado por un grupo de investigadores del Área Toxicología de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR, liderado por Susana Rosso. El trabajo comenzó hace cinco años, a partir de la demora en la maduración de neuronas de mamíferos sometidos a ese herbicida.

Frente a esta situación, se evaluaron los efectos tóxicos del glifosato en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso en períodos tempranos. "Nos interesaba saber si existían signos de neurotoxicidad manifestados por alteraciones en la capacidad aprendizaje y memoria, en la fuerza muscular, la actividad locomotora, en las respuestas reflejas de estos animales que se encuentran en períodos tempranos del desarrollo y que fueron expuestos al glifosato" durante la gestación, señaló la jefa del equipo.

Para eso, el grupo conducido por Rosso, investigadora adjunta de Conicet y profesora de la UNR, trató a ratas madres con glifosato cada 48 horas durante la preñez y después evaluó los efectos tóxicos en los neonatos. Esos animales poseen un sistema nervioso parecido al del humano en cuanto a la expresión de genes.

¿Cuáles fueron los resultados? "Observamos que manifiestan alteraciones en la capacidad de las respuesta reflejas, disminución en el desarrollo, en la actividad locomotora, en el aprendizaje y la memoria", dijo Rosso en un artículo publicado en el portal de la UNR.

En la segunda etapa de la investigación los científicos identificaron qué aspecto a nivel celular es el que se ve alterado. Con ese fin emplearon un sistema in vitro sobre ratas para estudiar la neurona.

Vale aclarar que una neurona normal luego de 24 horas de cultivo emite neuritas (ramificaciones), y una de ellas elonga rápidamente y forma lo que se denomina axón. "Esto quiere decir que la neurona polarizó, que es un evento fundamental porque el axón permite comunicarse con otras neuronas, conducir el impulso nervioso, la señalización en todo el sistema nervioso, y emitir una respuesta", detalló.

Si los axones no se forman ni maduran, la función del sistema nervioso estará alterada. El experimento demostró que aquellas neuronas tratadas con glifosato tardaban más en polarizar, y cuando lo hacía el axón era más corto y poco ramificado.

"Lo que nos llamó mucho la atención fue que cuando tratábamos una neurona de cuatro días la morfología de una neurona tratada con glifosato era como una célula de dos días: había un retraso en la maduración", aseveró Rosso y agregó que estos efectos son irreversibles.