En pocos días se cumple el primer y triste aniversario de la desaparición de la nena fueguina, vista por última vez en un camping de la ciudad de Río Grande. Los padres aseguran que está viva y evalúan que algún conocido haya sido cómplice
Por
Fernanda |
A un año de la desaparición de Sofía, sus padres aseguran que su hija está viva y evalúan la posibilidad de que alguien que los conoce haya sido cómplice de su desaparición, que se produjo en un camping de la ciudad fueguina de Río Grande.
Sofía Yasmín Herrera, de cuatro años, se perdió sin dejar rastros el 28 de septiembre de 2008 mientras sus padres y otra pareja buscaban un sitio para acampar en el camping John Goodell, ubicado a 60 kilómetros de Río Grande.
Fabián recordó en una entrevista telefónica con Telám que "ese era un domingo de sol y como son pocos los días tan lindos en la isla, decidimos ir con mi esposa a pasar un día en familia al camping, sin pensar jamás que en un lugar en el que se paga para entrar te van a robar a tu hija".
"Creíamos que allí había cierta tranquilidad y fue un segundo en el que estábamos buscando un lugar para instalarnos, cuando Sofía desapareció y empezó esta tortura que ya lleva demasiado tiempo", indicó el padre de la niña.
El papá contó que la buscaron "por todos lados, pero no hay ninguna pista firme ni ningún indicio que nos permita dar con Sofía, pero estoy seguro de que mi hija está viva y le pido a quien la tenga que por favor me la devuelva".
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"Yo no lo voy a denunciar ni hacer nada, sólo quiero estar con Sofía, que la deje en cualquier lado que la voy a buscar porque lo único que me interesa es tenerla conmigo", puntualizó.
Fabián insistió en que "acá hay alguien que sabe toda la verdad, porque a mi hija no se la tragó la tierra y sin dudas, hay complicidad en su desaparición aunque no sé de quién. Quizás esa persona esté entre en medio de todos nosotros y nos conoce bien". Para el papá de Sofía es extraño que no haya una pista segura.
"Cada vez que estamos por hacer algo, parece que hay alguien que sabe de nuestros movimientos porque todo queda en la nada y la investigación sigue sin resultados", opinó.
La causa por el paradero de Sofía recayó en el juez de instrucción Eduardo López quien hizo una minuciosa reconstrucción en el camping John Goodall, en la que se hallaron elementos que terminaron con la detención de cuidador del lugar, Alberto Urrutia, por ahora el único sospechoso.
También, se recibieron llamados telefónicos y mails con datos falsos sobre el paradero de Sofía, algunos de los cuales decían que la niña estaba en Chile o que había sido vista en San Luis.
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"La verdad es que no hay ninguna novedad. Se mandaron a analizar manchas de sangre, un pelo y se hizo un rastreo, pero no hay nada firme que permita saber dónde está mi hija", dijo, por su parte, la mamá, quien define lo que está pasando como "terrible".
"Todos los días hablamos con mi esposo de ella y es una agonía que no termina porque no sabemos donde está. Lo único que espero es encontrarla bien y cualquier dato que recibimos sobre dónde se puede encontrar es una esperanza", destacó la mujer.
El matrimonio no tiene paz y duerme con el celular debajo de la almohada, a la espera de que alguien los llame y les diga algo sobre la nena.
"Hace un año que vivimos esperando que aparezca", insistió la mamá. Los papás pidieron que cualquier persona que pueda aportar un dato sobre Sofía "lo haga y si quiere en forma anónima" a la delegación policial llamando al teléfono 02964-445023.