Fue una noche violenta la del miércoles en la Unidad 5, la cárcel de mujeres de Rosario. Es que a partir de una requisa en la que se encontraron celulares, se desató un motín que terminó con cuatro reclusas trasladadas a Santa Fe y la denuncia de sus compañeras de que hubo una violenta represión, algo que niegan fuentes oficiales.
Rosario3.com recibió una audio de una interna que estaba en el lugar y que relató que después de la requisa, y una pelea de las reclusas con las guardias, llegó la policía y actuó con fiereza: “Nos pegaron con las cachiporras; hubo violencia de género mal. Fue en la planta baja, donde estaban los menores. Todo por un celular. Queremos que nos den autorización para tener celulares”.
Y abundó: “Tiraron gas pimienta; a una chica le pegaron la cabeza contra la pared”.
Fuentes oficiales negaron que la situación haya tenido tal dramatismo. Explicaron que hubo una requisa, que se encontraron celulares, que las internas les pegaron a las guardias y se produjeron algunos forcejeos. Luego, a la madrugada, cuando se trasladaba a cuatro internas a Santa Fe, sus compañeras incendiaron algunas cosas en disconformidad con la decisión. Siempre según esta versión la situación se controló rápido y una de las guardias terminó golpeada.