En contacto con Radio 2 María Dolores Rodríguez, directora del Complejo Gurruchaga, manifestó que la decisión del establecimiento fue “dejar de dictar clases a los alumnos que habían alcanzado los objetivos propuestos en lo que va del año y hacer asistir al aula a los que todavía tienen que seguir creciendo en conocimientos”.
En resumen, los chicos que para el sistema escolar son muchas veces catalogados como buenos alumnos ya pueden gozar de las vacaciones en su casa y los que por el mismo régimen son definidos como malos estudiantes tienen que seguir concurriendo a la escuela.
Según explicó la directora del establecimiento la medida se tomó “después de que el techo de la institución quedara deteriorado a causa de la pedrada”. “Después de la lluvia hubo inundaciones importantes y se revelaron los techos y tanques rotos. La mitad de las aulas, el patio central y la oficina de la vicedirección estaban en peligro de desmoronarse”, explicó Rodríguez.
En tanto, desde la dirección de la escuela aseguraron que en conjunto con Humberto Cancela, delegado de la Región VI del Ministerio de Educación provincial, “resolvieron esa medida y ya comenzaron las primeras tareas de reconstrucción para tirar abajo paredes y cielo raso afectados por la lluvia”.