El nombre de Gabriel Strumia resonó durante más de siete años: fue el principal acusado por la desaparición y muerte de Paula Perassi. Sin embargo, tras ser absuelto en el juicio oral y público que la Justicia santafesina siguió contra él, su esposa, un ex empleado, una partera y cinco policías, rompió el silencio en El Tres.
El empresario de Puerto San Martín, que estuvo más de tres años y medio preso, aclaró que no habló para confrontar sino para "dar la cara" ante la sociedad. "Estuvimos siete años esperando ese juicio. Se demostró que uno es inocente. Que todos los que fuimos en imputados éramos inocentes. Se demostró con pruebas", dijo en una entrevista exclusiva con el periodista Hernán Funes en Telenoche.
De esas pruebas que mencionó, citó a "las filmaciones, llamados" y a la posición de "las antenas" de su teléfono celular, en referencia al 18 de septiembre de 2011, día de la desaparición de la joven sanlorencina.
Tras un largo proceso, Strumia aseguró que fue acusado "por el boca a boca", pero que "se vio en las audiencias" que "hubo gente que dijo saber cualquier cosa y que en el momento que se le preguntó no aportó nada".
Como principal acusado por la Justicia, fue varias veces señalado por la familia de la víctima. "Yo entiendo el dolor que él tiene (por Alberto Perassi), porque soy padre, tengo tres chicos", dijo. Y amplió: "Entiendo el sufrimiento que tiene Perassi, pero él también destruyó a un montón de familias".
"Yo soy inocente porque no hice nada. Sí, salí con la hija de él. Pero yo no hice nada. De todo lo que dijeron, no hice nada", reafirmó.
Habló de todo
Strumia nunca habló públicamente, salvo en las audiencias del juicio en el que terminó absuelto por el beneficio de la duda por los jueces Grisela Strólogo, Mariel Minetti y Álvaro Campos. Y anta la cámara de El Tres, dio su versión completa de los hechos.
"Expliqué en el juicio cuándo salíamos con Paula. Nos veíamos dos veces por semana. Eso se fue haciendo durante unos meses. La relación de ella con el marido andaba muy mal. Eso fue así desde fin de mayo que empezamos a salir desde el día en que desapareció", recordó.
Aunque Paula detalló en chats con su amigo José Luis Freijomil la relación, el embarazo y la idea de ambos de la interrupción, Strumia negó conocer el estado. "Nunca supe que ella estaba embarazada. Nunca ella me comentó ni me dijo nada que estaba embarazada", sostuvo, y aclaró que el hombre de Buenos Aires "dijo muchas cosas que no son ciertas".
En tanto, como sus defensores Fernando y Narela Sirio, apuntó a que nunca se investigó a Rodolfo Ortiz de Elguea, el concubino de Paula. "Venían teniendo problemas desde siempre. Ella me había dicho que tenía muchas discusiones. Que le había pegado, la había tirado al piso, la había arrastrado y la quiso tirar por la escalera. A eso me lo dijo una semana antes de que ella desaparezca", remarcó.
"Maragliano de las TOE me dijo: ¿cuál es el problema que Perassi no quiere que investiguen al marido?", apuntó.
Volver a la calle
Tras recuperar la libertad el mismo jueves 2 de mayo, Strumia fue a un comercio de electrodomésticos del Cordón Industrial y lo echaron. En tanto, a su mujer la insultaron en la playa de estacionamiento de un supermercado de Rosario.
"No me arrepiento porque yo nunca hice nada", respondió sobre sus apariciones en una sociedad aún conmovida y añadió: "Me trataron como una basura, me trataron como un asesino, tanto a mí como a mi señora. Le han gritado en la calle «asesina». Si alguien sabe algo, que lo diga, pero en el momento en el que hubo que presentar las pruebas, nadie fue a presentarlas".
En ese sentido, se extendió: "Entiendo el dolor de Alberto Perassi y de Alicia, pero bloquearon a la Justicia también. Ahora le cabe a la Justicia demostrarle a Perassi qué pasó, pero yo no puedo decir qué pasó. Yo sólo puedo demostrar la inocencia mía”, concluyó.
La defensa, sobre el marido de Paula
Los abogados defensores de Strumia y su mujer Roxana Michl también apuntaron, como ya lo habían hecho, a Ortiz de Elguea y recordaron la idea de un grupo de policías de agotar esa línea de investigación. Lo cual, según ellos, no se hizo.
Además, pusieron énfasis en las pruebas duras de descargo que permitieron que un Tribunal de primera instancia dicte una absolución.