La presencia de un cansancio intenso y continuo es la definición de lo que se conoce como fatiga crónica. La base para su tratamiento es un plan de alimentación adecuada, en el que se deben privilegiar los alimentos que aumenten las defensas.
El sitio Mejor con Salud recomendó seguir seis hábitos para combatirla.
Hidratarte: beber agua ayuda a distribuir moléculas esenciales a través del cuerpo, permite eliminar toxinas y residuos que afectan tus órganos internos y favorece procesos metabólicos. La deshidratación te hace sentir agotado.
Miel: mientras el azúcar puede provocar un pico de energía, pero luego te hace sentir aletargado, la miel energiza sin causar fatiga crónica.
No eliminar alimentos sin supervisión: no es aconsejable quitar grupos de alimentos de repente. Siempre hay que hacerlo junto a un nutricionista para conformar una dieta equilibrada que evite deficiencias nutricionales.
Comé porciones pequeñas con mayor frecuencia: aumentar la energía justo cuando estás cansado es clave. Para mantenerte en forma, se aconseja comer poco pero justo en esos momentos que pueden aparecer cada tres o cuatro horas. Podés mezclar una fruta con una proteína y una grasa para asegurarte de obtener suficientes nutrientes.
Experimentá con la dieta: algunas combinaciones de carbohidratos, proteínas y grasas funcionarán para combatir la fatiga crónica. El problema es que cada cuerpo reacciona distinto a las combinaciones, por lo que no hay una dieta estándar.
Evita alimentos irritantes: usualmente cuando uno se siente agotado toma café. Sin embargo esta bebida añade estrés a tu sistema nervioso y crea picos de energía que luego de algunas horas empeoran tu condición. Se sugiere reemplazarlo por té verde o una infusión de menta.