Los países de ingresos bajos y medios están afrontando una carga creciente de enfermedades crónicas no transmisibles además de las enfermedades infecciosas. Al mismo tiempo, están cambiando también los hábitos de actividad física, alimentación y consumo de tabaco y alcohol, lo que redunda en nuevas patologías asociadas.
Comprender los efectos de los riesgos para la salud es fundamental para planificar y focalizar los esfuerzos de prevención. Sin embargo, no es fácil analizar los factores de riesgo, debido a la complejidad que reviste la obtención e interpretación de datos probatorios sobre los riesgos y sobre su relación causal con las enfermedades y discapacidades.
La evaluación de riesgos se ve limitada por el nivel de los conocimientos epidemiológicos y por la disponibilidad de información mundial sobre la exposición a los factores de riesgo. Para llevar a cabo una evaluación cuantitativa de los riesgos, la primera condición es disponer de evidencia que demuestre que la exposición a cada riesgo es causa de enfermedad; en segundo lugar, se debe cuantificar la magnitud del daño causado por cada exposición, y, por último, se debe determinar la presencia de cada riesgo en la población a nivel global.
“Algunos factores de riesgo son más fáciles de evaluar que otros”, señala el informe. La exposición a riesgos biológicos como son un alto índice de masa corporal (IMC) o las carencias vitamínicas puede medirse con relativa precisión, y puede relacionarse con la aparición o evolución de una enfermedad a nivel individual. Más difícil es en cambio medir con precisión la exposición a factores de riesgo alimentarios, ambientales y comportamentales; en este caso, la falta de mediciones precisas hace más ardua la tarea de relacionar la exposición y la incidencia de la enfermedad.
La evaluación e interpretación del impacto de los riesgos para la salud no resulta fácil, debido a la complejidad que revisten la obtención y la interpretación de datos probatorios sobre los riesgos y sobre su relación causal con las enfermedades y discapacidades a nivel poblacional. Combinados con información sobre las intervenciones, su costo y su eficacia, los resultados del informe son una valiosa aportación para formular medidas de política. Además, se identifican en ellos algunos factores de riesgo, como el sobrepeso y la inactividad física, que exigen nuevas investigaciones con miras al desarrollo de intervenciones eficaces.
Como parte del Estudio de la carga mundial de enfermedades, traumatismos y factores de riesgo, se ha iniciado una revisión y actualización detallada de la carga de morbilidad atribuible a factores de riesgo. En este nuevo estudio se cuantificarán los efectos de los factores de riesgo en 1990 y 2005, lo que permitirá analizar las tendencias de la exposición a los riesgos y de sus efectos, y se incluirán nuevos factores de riesgo como la ingesta de sal, la carencia de ácido fólico y la violencia de pareja.
Fuente: Organización Mundial de la Salud