Prófugos. Los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci, seguían este viernes siendo prófugos. ¿Pero en Santa Fe? Hubo un alerta a provincias vecinas, pero también trascendió que Gendarmería los buscaba en la zona de la ciudad de Laguna Paiva, localidad ubicada 40 kilómetros al norte de la capital provincial.
De todos modos, también e barabaja la posibilidad de que hayan podido salir de la provincia. Un par de datos abonaban esta hipótesis: la Procuraduría contra la nacrocriminalidad envió un alerta este viernes a primera hora a los fiscales federales de las provincias vecina y había un repliegue de los policías santafesinos que participaban del operativo.
Los primeros que hicieron saber que los policías santafesinos, al menos los que revistan en comisarías de la zona, retomaban de a poco sus tareas habituales son los intendentes de la región.
Una alta fuente del gobierno provincial lo confirmó a Rosario3.com. La policía santafesina "sólo sigue colaborando a requerimiento", explicó. Y dio el motivo: "Ya llegaron las fuerzas federales y no hay necesidad de tanta presencia".
Este cambio de escenario se dio en un marco de cierta tensión entre las jurisdicciones por la molestia que generó el aviso tardío a la provincia de que se buscaba a los prófugos en Santa Fe.
Efectivamente, este viernes a media mañana se notaba en la zona mayor presencia de fuerzas nacionales, sobre todo de la Policía Federal, que envió, por caso, una Unidad Especial de Comunicaciones y má efectivos.
Mientras tanto, la búsqueda de pistas se amplió en las últimas horas a la zona de Coronda, donde se realizaron varios allanamientos, según reveló el jefe comunal de Gessler, Juan Vigliani . Para los rastrillajes en las zonas rurales en los alrededores de San Carlos trajeron perros especialmente entrenados.
Las tareas a pie se vieron dificultadas a primera hora de la mañana por las adversas condiciones meteorológicas: viento del sur y lloviznas. Pero a las 9 las condiciones meteorológicas habían cambiado, pues se disiparon las nubes.
Durante toda la jornada del jueves, en medio de un alerta máxima, buscaron a los prófugos en el centro de la provincia de Santa Fe, en la zona de San Carlos, pero no los encontraron. A la mañana mantuvieron dos tiroteos con la Gendarmería. Hirieron a dos efectivos, en el primero hasta les robaron armas y aparentemente una camioneta con la que escaparon. Recién a media mañana avisaron al Ministerio de Seguridad de la provincia, que sumó su policía a una búsqueda que incluía todas las fuerzas federales, grupos de operaciones especiales, francotiradores, helicópteros y un comando unificado pero que de todos modos comenzó a trabajar en forma coordinada demasiado tarde.
La esperanza era encontrar a los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez que se fugaron del penal bonaerense de General Alvear el domingo 27 de diciembre. No ocurrió. En el fin del jueves la presunción era que estaban a pie, escondidos en la zona rural de una región en la que había varias localidades conmocionadas y en las que no se veía un alma en la calle: San Carlos, San Agustín, Franck, Matilde y Gessler.
La pregunta, ya avanzada la noche, era si efectivamente seguían por allí y si la demora en armar el cerrojo en todas las rutas, por el aviso tardío a la policía provincial, no les dio tiempo para salir de las fronteras santafesinas. Esa duda se acrecentó el viernes ante el paso de las horas sin novedades sobre los prófugos.