Parece un título de enero, pero no. Este martes el senador Omar Perotti y el jefe de Gabinete Marcos Peña se cruzaron en el Senado nacional durante el informe mensual del jefe de ministros y fue el gobernador Miguel Lifschitz quien pagó los platos rotos. Perotti había preguntado por el plan de obras que anunció el gobierno nacional para prevenir los estragos de las lluvias y Peña responsabilizó a Lifschitz por no haber hecho ni diseñado las obras estructurales necesarias. En contacto con Radio 2, el gobernador aseguró que los proyectos están e incluso prometió más. Ya a principios de año, en el pico de la crisis de las inundaciones –que terminó con la renuncia de dos funcionarios radicales–, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio había señalado que si la Casa Gris no terminaba los proyectos, el gobierno nacional no podía avanzar con las obras.
En contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra, Lifschitz relativizó las palabras de Peña, dijo que probablemente no tenía “información fina” de lo que pasaba en cada provincia. Sin embargo, retrucó.
Recordó que el gobierno nacional recién se puso a disposición de Santa Fe tras su segunda crisis hídrica este enero –en abril de 2016 fuertes temporales afectaron la región– y que todavía no llegó el dinero –250 millones de pesos– que se había comprometido a aportar al fondo de asistencia a los productores damnificados por el agua.
También advirtió que muchas de las obras que Santa Fe necesita no se tienen que hacer en Santa Fe sino en Córdoba, de donde viene el agua; y en Buenos Aires que, según Lifschitz no deja que ese agua corra y la provincia termina “como una pileta”.
“No me enoja (lo de Peña) porque lo entiendo. Habrá estado en la Cámara acosado por cuestionamientos de los opositores y salió a repartir responsabilidades –aclaró–. Yo me hago cargo de las responsabilidades si quieren mas proyectos más rápidos, los van a tener”.