Argentina es uno de los primeros países de Latinoamérica en contar con una nueva droga para el tratamiento de toma oral para la esclerosis múltiple (EM) recurrente muy activa, que ofrece ventajas no sólo en su forma de administrarse sino también en reducir la necesidad de monitoreo a los controles básicos.
Se trata de la cladribina, que se administra solo por un máximo de 20 días durante dos años, habiendo demostrado eficacia clínica sostenida por hasta cuatro años, evaluada en función de la disminución de la actividad de la enfermedad, reflejada en menores niveles de progresión de la discapacidad y de la tasa anualizada de brotes, así como en estudios de resonancia magnética.
El doctor Jorge Correale, Jefe de Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes del Instituto de Investigaciones Neurológicas Dr. Raúl Carrea (FLENI), confirmó durante la presentación de la droga, que está indicada “para los pacientes recién diagnosticados que ya presentan desde el inicio la EM en forma agresiva o rápidamente evolutiva, o bien en los pacientes que ya con otros esquemas de tratamiento, que continúan con la enfermedad muy activa”. Y aclaró que la nueva droga es para la EM remitente y recurrente, que se manifiesta a través de “brotes” o recaídas transitorias.
Por su parte, el doctor Juan Ignacio Rojas, médico neurólogo del Servicio de Neurología del Hospital Italiano de Buenos Aires indicó que esta droga cubre “una necesidad insatisfecha” en quienes presentan la enfermedad de una forma muy activa. Más aún si se toma en cuenta el contexto en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que la tasa de falta de adherencia de la esclerosis múltiple a nivel mundial es del 44%, similar a la de las enfermedades crónicas como la diabetes y la depresión. Es así que con esta nueva droga, que viene en comprimidos de 10 miligramos, se facilita la adherencia, ya que consta en esquemas de corta duración y con pocos efectos colaterales.
“La cladribina demostró al cabo de dos años de tratamiento que aproximadamente el 47% de los pacientes no evidencie ningún tipo de actividad de la enfermedad; no volvieron a presentar recaídas ni lesiones medidas por resonancia magnética. Con la gran ventaja de que su frecuencia de administración se diferencia de todo lo que conocíamos, por lo que esperamos que contribuya enormemente al cumplimiento del tratamiento y así a la obtención de los mejores resultados posibles”, agregó Rojas.
Se estima que entre 9 mil y 12 mil argentinos presentan la enfermedad que suele manifestarse entre los 20 y los 40 años, con una proporción de tres mujeres por cada varón. Los EM Remitente Recurrente, que representan el 80% de los casos de esta patología, presenta síntomas como visión borrosa, visión doble, entumecimiento u hormigueos de brazos o piernas y trastornos motrices o de coordinación, entre otros síntomas, episodios que potencialmente pueden ir dejando secuelas permanentes.mpletó Correale.