Desde la semana que viene, la Municipalidad de Rosario empezará a trabajar con varones denunciados por violencia de género. Hasta el momento, no existen tratamientos hacia estos hombres que recurren al grito y al golpe para relacionarse con el sexo opuesto y el abordaje es sólo policial y judicial. ¿Existe posibilidad de rehabilitación para un varón violento? Rosario3.com y Radiópolis (Radio 2) ahondaron en la temática y elaboraron un panorama sobre el actual desempeño del Estado en una problemática que cada día se multiplica en titulares periodísticos e indignación entre quienes creen y promueven la igualdad de hombres y mujeres.
El Instituto Municipal de la Mujer (IMM) anticipó que la próxima semana se pondrán en funcionamiento dos lugares para que tanto las víctimas de violencia de género como los agresores sean tratados. El espacio dedicado al trabajo con varones violentos dispondrá de ciertas restricciones en tanto no se aceptarán a los que estén acusados de delitos contra la integridad sexual, femicidios y quienes tengan rasgos o perfiles de psicopatía o perversión.
Los grupos serán conformados por hasta diez integrantes, según adelantó la coordinadora del Instituto Municipal de la Mujer, Lucrecia Donoso. Serán enviados desde el Ministerio Público de la Acusación y desde el Centro de Arbitraje y Mediación del Poder Judicial y serán entrevistados por un equipo de psicólogos que definirán su participación.
Dichos profesionales serán los encargados de emitir informes a la Justicia, en casos en los que exista una causa judicial. Si el hombre que haga tratamiento tiene conductas violentas se procederá a la expulsión inmediata.
Cabe destacar que no pueden difundirse dónde trabajarán ambos grupos, dado que los agresores deben desconocer el lugar donde estarán las mujeres para evitar situaciones de persecución, agresión o acoso.
Mucho por hacer
En lo que va de 2015 se atendieron más de 2.000 consultas en el Instituto Municipal de la Mujer y hubo 17 femicidios en toda la provincia, de los cuales siete fueron desde el #Niunamenos.
¿Cuántas veces leemos y escuchamos en la semana que una mujer fue golpeada por su ex o actual pareja? Generalmente esa noticia suele seguir con la asistencia desde el Estado a la víctima de violencia de género, sea con asesoramiento jurídico como con alojamiento provisorio para quedar alejada (a veces con sus hijos) de su agresor. Sin embargo, el hombre, eje del peligro de la vida de la mujer, sigue libre por la ciudad.
Hay una información que hace ruido en Rosario. No hay lugares físicos de asistencia, recuperación y rehabilitación para mujeres víctimas de violencia de género ni para los agresores, que son los protagonistas de las historias de agresión y acoso.
En el Concejo Municipal se aprobó en 2012 una ordenanza (Nº 8.957) presentada por el entonces edil Gonzalo Del Cerro que establecía la creación del programa "Lazo Blanco". La normativa instaba al municipio a desplegar políticas públicas destinadas a modificar los "patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres que estén basados en la idea de inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos". No obstante, no había sido implementado por el Ejecutivo municipal.
Es decir, hasta el momento, en Rosario y en la gran mayoría de las ciudades, se protege a la víctima, aislándola de su agresor, y no hay un tratamiento específico para que el hombre violento cambie su actitud.
El trabajo con la Justicia y la Policía
El fiscal Regional de Rosario, Jorge Baclini, manifestó que reciben por semana aproximadamente más de 100 denuncias por violencia de género y afirmó que desde la Justicia santafesina están confeccionando "un protocolo de procedimiento" ante estos casos.
"Sería importante contar con estos lugares”, opinó sobre la iniciativa municipal. “Actualmente derivamos a las mujeres a tratamiento psicológico y no hay un programa de recuperación de agresores", comentó.
Según explicó, ante una denuncia de violencia de género, la Justicia procede con "medios tradicionales", que varían en función de la gravedad del delito cometido. "Se da prisión domiciliaria, prisión preventiva, prohibición de acercamiento a la víctima y su entorno", precisó Baclini al tiempo que agregó: “La idea es generar una política específica desde la Fiscalía para poder dar una respuesta".
En este sentido, el fiscal Regional de Rosario aseveró que se creará la Oficina contra la violencia a la mujer. "Ahora trabajamos con una fiscal, tres pasantes, una secretaria y un equipo multidisciplinario. No es suficiente. Es un embrión", observó.
Si bien la semana que viene comenzarán las reuniones para dar forma a la idea, el director provincial de Proximidad Policial, Daniel Medus, adelantó que se intentará que efectivos de la Policía Comunitaria que se encuentren realizando tareas en un sector donde haya una víctima de violencia de género controlen también la situación de su vivienda. De esta manera, mostrarán una mayor cercanía con las denunciantes.
En cuanto a los botones de pánico, desde la ONG Ampliando Derechos expusieron la pasada semana en el Concejo Municipal que los botones de pánico no funcionan correctamente. Consultada al respecto, la titular del Instituto Municipal de la Mujer, Andrea Travaini, esos dispositivos suelen funcionar por señal, como los teléfonos celulares, por lo que a veces no llega la orden del botón a la central del 911, desde donde son monitoreados.
¿Dónde realizar consultas o denuncias?
Familiares o las víctimas de violencia de género pueden llamar al Teléfono Verde (0800 444 0420) y los fines de semana a la Guardia Urbana Municipal (0800 444 0909). Además, se encuentran disponibles los Centros Territoriales de Denuncias –situados en el Centro Municipal de Distrito Sur, Sudoeste y Noroeste, y otro ubicado en Mendoza al 3500— y el teléfono 144, que es de índole nacional.