Alejandra Rodenas tomó aire y soltó: "Por Julia, señor presidente". Con la voz ya quebrada y un relato en el que tuvo que apretar sus labios para evitar las lágrimas, remató: "Por todas las Julias que me tocó vivir siendo jueza. Y por todas las Julias de la República Argentina".
Así terminó la ex jueza penal de Rosario su exposición de 14 minutos en la histórica sesión del 13 de junio, en la que la Cámara de Diputados de la Nación le dio la media sanción a la legalización del aborto.
Para abrir su discurso, pidió "autorización" al vicepresidente primero de Diputados, José Luis Gioja -en ese momento de la maratónica sesión el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, se ausentó- "para leer un resumen de lo que fuera un caso -uno de tantos- que tramitara ante el juzgado de la que fui titular durante 17 años en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe". Lo encuadró en un año determinado y citó lugares, personas, funcionarios y declaraciones.
Su relato fue conmovedor y atrapante. Inclusive, mantuvo el suspenso: al descenlace -la muerte de "Julia"- lo demoró mientras hizo hincapié en la "sangre y clandestinidad" con la que unió su exposición.
En ella dio detalles del caso: dijo que fue una madrugada de 2010, que la víctima entró primero "a un centro de salud de una localidad vecina a Rosario pero que pertenence a nuestra competencia" y que, según le informó un policía al que citó varias veces, era "una femenina de 16 años acompañada por su madre". También que pasó una semana con fiebre y medicada con ibuprofeno y que fue encontrada desvanecida en el baño sobre una gran mancha de sangre.
El caso según Rodenas
"Julia, doctora. Dice la madre que se llama Julia, pero el documento no lo trajo". La diputada no ahorró detalles e inclusive ahondó en lo que describió como su diálogo con el policía que la llamó para informarle. "Estas consultas atravesaron mi carrera como jueza penal de la ciudad de Rosario", explicó en el pleno de Diputados.
–¿No allanamos?
–¿Alguien le prohibió el acceso a la casa?
–No doctora, están los dos hermanitos más chicos.
Cuando calificó al funcionario policial, Rodenas lo señaló como estigmatizante por una supuesta afirmación: "Me dicen los pibes de la cuadra que no es de las rápidas, que es buenita. Va al colegio, está en cuarto año. Digo por si usted quiere saber de qué clase de piba estamos hablando".
"¿A usted le parece que esos detalles que usted nos está brindando son relevantes? Preserve la prueba, trate que los hermanitos no vean la escena del baño y apenas le den el primer parte médico, nos avisa", rememoró su respuesta.
Pero Rodenas no se quedó en el policía. Habló de "la inocencia de esos padres que cuando pasados los primeros días vinieron a declarar al juzgado y brindaron uno de esos testimonios que nunca voy a olvidar". Es que no hay detalle que no haya reconstruido, inclusive sobre la declaración de la madre, quien supuestamente dijo: "¿Cómo se me va a morir así mi Julita? Era un amor mi Julita. Usted vio cómo están las amigas y el noviecito. Pobre chico, ya le dije que él no tiene la culpa, ¿quién tiene la culpa, doctora?".
Por último, refirió que la autopsia confirmó que "estaba séptica".
Las repercusiones
La repercusión por su intervención fue inmediata. En las redes sociales, seguidores e influencers dijeron haber llorado por lo que entendieron como un caso verídico. Más tarde, los medios de Rosario rápidamente se hicieron eco y le dedicaron un lugar especial a la diputada nacional. Rosario3.com fue uno de ellos, entre los que nadie dudó en reflejar que fue escalofriante, como tituló "Uno Santa Fe".
Sin registro ni recuerdos
El impactante discurso de Rodenas planteó la idea periodística de reconstruir aquel caso, el de Julia. Pero al menos hasta ahora fue imposible. No surge una muerte por aborto clandestino a nombre de esa víctima en 2010 ni en el sistema de consultas del Poder Judicial ni en los registro del OJO, la Central de Información Criminal Operativa del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, que lo ratificó de manera oficial. Tampoco en casos de 2009 ó 2011.
Seguramente Rodenas tiene, por su experiencia, la legitimidad para hablar de una investigación por aborto clandestino. Porque esos mismos sistemas sí arrojan dos casos en los que intervino, aunque ninguno tiene las características ni los detalles que dio, inclusive con la representación de díalogos con un policía y los padres. Y como pudo haber protegido la identidad real, vale repasar los que en esa fecha sí surgen de los registros.
Uno es el de María Raquél Díaz, una chica de 21 años de La Carlota (Córdoba), que murió en un departamento del Fonavi de Grandoli y Gutiérrez en una práctica abortiva. Sin embargo, nada coincide con las referencias que hizo la actual legisladora en el Congreso: ni la edad de la víctima (21 y no 16), ni el lugar (fue en Rosario y no afuera), ni el hospital al que ingresó, ni los acompañantes. Tampoco los detalles: no había casa propia por allanar ni amigas en el barrio, tal se desprende del supuesto diálogo con un policía.
Tampoco el final de la causa: es que después del discurso, al hablar en una radio de Buenos Aires, Rodenas dijo que "nunca se pudo establecer quién era la persona que le había practicado un aborto" y que murió adelante de la madre. En el caso de Díaz, falleció en el departamento y adelante de la misma enfermera que fue condenada a tres años de prisión en suspenso por "aborto practicado con consentimiento de la víctima seguido de muerte".
El otro caso que figura con intervención del juzgado de Instrucción N°2, del que fue titular, ocurrió en Pueblo Esther en octubre de 2009 y tuvo como víctima e imputada a Jésica Lorena Guerín, de 22 años. Tampoco concuerda la edad -Rodenas varias veces hizo hincapié en la adolescencia- ni Guerín ingresó a un centro de salud de afuera de Rosario: la llevaron al Hospital Provincial. Hubo una investigación de la que participó la Subcomisaría 15° y finalmente fue remitida al archivo el 16 de diciembre de 2011.
Pero si los registros oficiales hubiesen omitido alguna clave, el caso de Julia tampoco es hallado entre otras fuentes consultadas. La actual diputada mencionó una investigación y declaraciones, pero varios funcionarios que en ese momento eran fiscales del Ministerio Público Fiscal de Rosario no lo conocen.
Dijo también que los padres declararon en el juzgado, aunque al menos tres ex empleados de su etapa de jueza negaron recordarlo y hasta pusieron en duda la existencia. Rodenas habló también de autopsia, aunque los distintos forenses consultados en el Instituto Médico Legal tienen presentes otros episodios pero no alguno con esas características.
Y parece un caso resonante. Pero no surge de los archivos de los diarios -como sí de otros- ni lo ubican distintos periodistas de policiales consultados. Tampoco policías de experiencia de zonas como Villa Gobernador Gálvez y Granadero Baigorria.
Todas las Julias
Que Rodenas intervino como jueza en investigaciones por abortos clandestinos no puede negarse.
Pero en en su intervención en el Congreso circunscribió su relato a un caso, ubicado en tiempo y espacio, del que brindó precisiones. Inclusive, esa noche, ante un móvil en vivo de América TV, lo ratificó. Sin embargo, desde hace algunos días, tras la consulta directa de El Tres, se ocupó de aclarar que "Julia es un estereotipo", tal como lo dijo este miércoles al diario El Litoral. Antes, en Radio Con Vos le dijo al periodista Alejandro Bercovich que esa Julia "es una metáfora" y que es "todas las Julias" que pasaron por su juzgado. Puede entenderse entonces, tiempo después, que no fue una reconstrucción si no una construcción propia.
No fue así el espíritu con el que lo presentó en el Congreso ante sus colegas ni como lo entendieron y reflejaron la opinión pública y los medios de comunicación.