Aunque su abogado, Ramón Robledo, defendió la causa como un caso social, Analía Cognini, una mujer de 35 años, discapacitada física y mental, terminó perdiendo su casa ubicada en Lainez 425 de la ciudad de Rosario y no tiene dónde vivir.

La historia es de larga data ya que su padre había tomado con anterioridad una deuda que no pagó y esto terminó comprometiendo los bienes materiales de la familia. Se inició un proceso de quiebra que tramitó ante el Juzgado Civil y Comercial de Distrito de la 8ª Nominación que finalizó con el remate. El mismo se llevó a cabo este viernes en la Asociación de Martilleros de Rosario, donde la joven concurrió, pero ni ella con su discapacidad, ni su abogado con las argumentaciones del caso, pudieron frenar la decisión de la Justicia.

El juzgado interpretó que la resolución es inapelable ya que la ley de remates no contempla la apelación cuando hay quiebra de por medio. Por esa razón –según explicó el abogado– no hizo lugar al recurso interpuesto en defensa de la propietaria.