La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga al asma dentro de las enfermedades crónicas, cuyas características principales son los ataques frecuentes de falta de aire, así como las sibilancias, síntomas que son diferentes en cada persona. Además, es la patología crónica que más presentan los niños.
Entre las enfermedades respiratorias, el asma es una de las patologías crónicas más comunes. A nivel mundial, al menos 235 millones de personas la padecen. Además, está presente en todos los países, independientemente de su grado de desarrollo. Con estos datos, Rosario 3 fue en busca de la opinión del doctor Roque Gustavo Arnolt, médico especialista en alergia infantil, quien así introducía el tema.
“Hay asmas que son alérgicas y otras que no lo son. En pediatría que es la especialidad que yo practico, atiendo chicos alérgicos. Y he visto a lo largo de estos años que hay muchos chicos que por alérgicos tienen asma. Es decir, el órgano blanco a donde buscan anidarse los síntomas en esas personas, es el respiratorio; allí, el chico por tener alergia, es decir, por tener una forma de reaccionar distinta y exagerada, en general, heredada, hace que el bronquio reaccione distinto a diferentes estímulos y seguramente se cierre”, dijo.
“Es común que se oculte la palabra asma para no infundir temor. Entonces suele ocurrir que el chico en lugar de tener asma tenga bronquitis obstructiva, o bronquitis espasmódica o bronquitis asmatiforme; los que son sinónimos de una misma enfermedad: asma”, completó.
¿Por qué causa tanto temor?
Cuando les hablamos a los padres y les decimos que su chico tiene asma, en general reaccionan con miedo, con temor, porque el asma está asociado a una enfermedad grave y crónica. Debemos ser muy cuidadosos porque hay distintos tipos de asmas. Muchas veces los pacientes cursan asmas leves que se resuelven solas, hasta sin necesidad de intervención médica. Y en el otro extremo nos encontramos con asmas severas que son difíciles de resolver. Entre una y otra hay toda una gama intermedia, cuyo oportuno diagnóstico, nos llevan a tratamientos eficaces.
¿Cómo se trata el asma?
Estamos frente a una enfermedad que depende de muchos factores. Hay una inflamación que se produce de una reacción exagerada a ciertos estímulos. La inflamación es un mecanismo defensivo del organismo en lucha contra las sustancias que han agredido al enfermo. Pero el niño alérgico tiene una inflamación que es frenada y esa inflamación sigue actuando cuando ya no es necesaria para que el organismo se defienda y en lugar de una buena defensa orgánica se transforma en enfermedad.
Desde el punto de vista básico, el asma en los niños se trata de dos maneras; una es cuando el niño está atacado, con el bronquio cerrado, con tos, tiene dificultad para respirar; momento desagradable para la familia y para el niño. En general a estos chicos los atienden sus pediatras con los tratamientos que corresponden para la circunstancia, con lo que logra calmar a la familia y por supuesto al niño. Si el bronquio está cerrado con medicamentos que ayudan abrirse al bronquio; y si éste está inflamado le da un antiinflamatorio. Este es el tratamiento para el momento de la emergencia.
Si ese chico tiene síntomas frecuentes y obstrucciones bronquiales periódicas, los especialistas buscamos las causas, es decir, cuáles son los alérgenos que producen esa inflamación, detectarlos, tratar de evitarlos y si esto no es suficiente, hacer una inmunoterapia, darle lo mismo que lo afecta para ese organismo se acostumbre, lo que no provocará enfermedad sino que establecerá una defensa para ese organismo. Al mismo tiempo se le deben administrar medicamentos antiinflamatorios como antihistamínicos, los corticoides tópicos y los antileucotrienos que actúan bloqueando la acción de unas sustancias inflamatorias conocidas como leucotrienos.