Según información de la Organización Mundial de la Salud, los papilomavirus humanos, conocidos en nuestro medio como HPV, son la causa de la infección vírica más común del tracto reproductivo. La mayoría de las mujeres y los hombres sexualmente activos contraerán la infección en algún momento de su vida y algunas personas pueden tener infecciones recurrentes.
El punto álgido en que hombres y mujeres contraen la infección es poco después del inicio de la vida sexual. Los Papilomasvirus se transmiten por vía sexual, si bien no es necesario que haya una relación sexual con penetración para que se produzca la transmisión. El contacto directo con la piel de la zona genital es un modo de transmisión reconocido.
Ante estos datos Rosario3.com consultó con la doctora Alejandra Hallberg, médica ginecóloga y especialista en medicina reproductiva; quien justamente enfatizaba sobre que “una de las cuestiones a destacar es la prevención del HPV; o Virus del Papiloma Humano; en medicina reproductiva es prevenir para agregar calidad de vida y prevención de fertilidad también; ya que el virus en la mujer ataca a su útero”.
¿Qué es el HPV?
La sigla en inglés, HPV, la traducimos en nuestro idioma como Virus del Papiloma Humano; se trata de un virus que se transmite por vía sexual y es el causante del cáncer de cuello de útero. Las infecciones a HPV no discriminan entre clase sociales y nivel intelectual. Estamos hoy frente al inicio en las relaciones sexuales a edades más tempranas, entre los 14 y 15 años, lo que lleva a muchos cambios de parejas sexuales y este cambio de parejas es el causante de la diseminación del virus.
Se dice que haber tenido 5 parejas sexuales diferentes aumenta el riesgo de contagio en las mujeres.
¿Y los hombres?
En ellos también se da el contagio pero es mucho menos frecuente la incidencia de cáncer de pene y de cáncer de ano en el caso de homosexuales. En cambio el cuello del útero en la mujer es inmunológicamente más pobre que otros órganos.
¿Por qué?
Porque está conformado por un tejido elástico poco resistente ya que va a pasar por allí un bebé. Al estar menos defendido es más lábil frente a bacterias y virus; y éste en particular es muy agresivo.
¿Qué medidas que estén a nuestro alcance podemos encarar para prevenir la amenaza del HPV?
La medida primordial es la vacuna. Tenemos la posibilidad de contar en el Calendario Nacional de Vacunas con la vacuna para HPV desde el año 2006 para las niñas, a partir de los 11 o 12 años y para los varones desde el año 2016.
Se trata de un virus con más de 100 cepas; hay dos cepas que se presentan con mayor frecuencia la 16 y 18 que son las que pueden provocar el cáncer de cuello de útero; y otras dos cepas, 6 y 11 que son frecuentes de hallar pero más benignas.
Se presentan como verrugas genitales que no son catalogadas como cáncer pero que nos habla de la presencia del HPV en ese paciente.
Por todo esto aplicarse la vacuna a la edad indicada preserva a la mujer y al varón desde antes de su inicio de su actividad sexual.
Lo bueno a destacar que esta infección puede llegar a erradicarse si se vacuna a toda la población como corresponde
Lo que notamos es que hay muchos prejuicios y miedos; la gente tal vez no esté lo suficientemente informada, por lo que serpia bueno que las madres y los padres presten atención a esto y vacunen a sus hijos mujeres y varones de acuerdo a lo que prescribe el calendario nacional; por supuesto que consulten con sus médicos de confianza pero que no dejen de hacerlo.
La consulta debe hacerse con profesionales serios que practique la medicina desde la evidencia científica. Que no se queden con comentarios de amigos, vecinos o gente no autorizada para expresarse sobre el tema.
La vacuna carece de riesgos. Puede aplicarse en todas las edades; no es “hasta los 25 años” como escuché a una paciente decirme en el consultorio. A esta vacuna se la pueden colocar todas las mujeres incluso las mayores de 40 años. Las mujeres que se separan y comienzan a tener relaciones con parejas ocasionales. Allí es cuando deberán extremar las medidas preventivas; porque se exponen a la trasmisión del virus.