El productor de Hollywood Harvey Weinstein rechazó este martes los cargos de violación y abusos sexuales al comparecer ante un juez de Nueva York para conocer las acusaciones levantadas contra él la semana pasada.
Weinstein, de 66 años, que está en libertad bajo fianza tras entregarse a la policía el pasado 25 de mayo, acudió a un tribunal por primera vez desde que se anunciaran los cargos formales por los que será procesado, que incluyen el de violación.
Desde el pasado octubre, cuando algunos medios recogieron los primeros testimonios de abuso y acoso que desataron el escándalo, el productor ha sostenido que las relaciones sexuales forzadas de las que le acusan decenas de mujeres fueron consentidas.
Aunque está siendo investigado también en Los Angeles y Londres, la fiscalía de Manhattan ha sido la primera en reunir pruebas suficientes para hacerle responder ante la justicia, gracias a un trabajo de la policía que se extiende varios meses.
Su abogado, Benjamin Brafman, descartó discutir las evidencias con los periodistas al acabar la vista judicial de este martes, pero aseguró que Weinstein trata el tema "muy seriamente" y que, dadas las circunstancias, "está razonablemente bien".
Según el pliego de acusación, Weinstein forzó a una mujer a practicarle sexo oral en su oficina del barrio de Tribeca en 2004 y a otra la violó en un hotel de Manhattan en 2013. Por esos cargos se podría enfrentar de cinco a veinticinco años de cárcel, si es condenado.
Respecto de las supuestas víctimas, no se conoce su identidad pero versiones apuntan a que el caso de 2004 puede ser el de la aspirante a actriz Lucia Evans, ya que coinciden sus alegaciones.
Unas ochenta actrices han acusado al otrora poderoso productor de Hollywood de conductas inapropiadas, entre ellas Rose McGowan y Paz de la Huerta, que alegan violación, y sus voces han impulsado movimientos contra el acoso sexual en la industria del cine y fuera de ella, como "Me Too" y "Time's Up".
Al escándalo Weinstein se suma ahora una denuncia colectiva interpuesta el pasado viernes en Nueva York por tres mujeres, una de las cuales, Melissa Thompson, alega que la violó en 2011 en un hotel.