La Justicia de Gualeguaychú dictó este martes a la tarde la prisión preventiva por 60 días de Nahir Galarza, la joven de 19 años que confesó haber matado el viernes último a su ex novio de dos disparos en esa ciudad entrerriana, informaron fuentes judiciales.

La medida fue dispuesta por el juez de Garantías Guillermo Biré, quien consideró que hay elementos para imputarle “homicidio doblemente agravado por la relación de pareja y por el uso de arma de fuego”, delito que prevé en un futuro juicio oral la pena de prisión perpetua.

Durante una audiencia realizada esta tarde en los tribunales locales, el fiscal Sergio Rondoni Caffa solicitó que la joven continúe detenida al menos por los próximos dos meses por el homicidio de Fernando Pastorizzo (21) y enumeró la prueba recolectada hasta el momento.

Al escuchar cómo sucedieron los hechos, Galarza "lloró en varias oportunidades, se mostró compungida y aceptó un vaso de agua", contó el funcionario judicial, que también relató que la joven dijo que había comprendido la acusación en su contra.

Otra medida que se adoptó es que permanezca por al menos un mes en la comisaría del Menor y la Mujer y que no tenga acceso a redes sociales porque podría entorpecer la investigación al contactarse con testigos.

La prisión preventiva de Galarza se dictó a pocas horas de que fuera dada de alta del área de psiquiatría del Hospital Centenario de Gualeguaychú, donde permanecía internada desde el día del hecho y fuera llevada a la dependencia policial.

El fiscal recordó que el Código Penal considera que “existe relación de pareja hayan o no convivido”, aunque dijo que establecerá fehacientemente cuál era el vínculo una vez que se realice el peritaje de los celulares de ambos jóvenes.

En ese sentido, explicó que el juez lo autorizó a peritar los últimos seis meses y que el teléfono de Pastorizzo no fue alterado porque se secuestró apenas se encontró el cadáver del joven el viernes último en la calle.

Acerca del móvil del crimen, Rondoni Caffa dijo que “no hay denuncias de violencia de género” por parte de la joven, pero “hay una amiga de ella que dice que la había golpeado y amigos de él que dicen que él era víctima de violencia por parte de ella”.

Los amigos de ambos también declararon que había fotos de ellos golpeados, por lo que esas imágenes también podrían ser rescatadas de los teléfonos.

Sobre la confesión de la joven, el fiscal dijo que "manifestó que no tenía una relación de pareja, que reconocía la autoría, que había efectuado los dos disparos, muy brevemente comentó cómo había sido el hecho, reconoció que era el arma de su padre, pero que su padre no tenía nada que ver".

El funcionario judicial consideró inusual la inmediatez con la que la joven confesó el hecho y consideró que lo hizo bajo un estado de shock. 

Antes de que la joven quedara detenida, el fiscal dijo que ya le habían acercado el dato de que Nahir había sido vista cerca del lugar del crimen e incluso dijo que sospechaban de su madre y por ese motivo sometieron a la mujer a un dermotest para ver si había disparado algún arma.

Por su parte, Marcelo Galarza, el padre de la joven, cuestionó la marcha realizada ayer por los familiares y vecinos de Pastorizzo para pedir Justicia, ya que su hija "ya está a derecho y detenida".

"Hasta hoy nunca solté una palabra por respeto a la otra familia, pero quiero aclarar que mi hija no es un monstruo, lo digo como padre, pero también porque mi hija es una chica que se educó, no tiene el perfil de ser nada de lo que se cree", aseguró.

Agregó que en una ocasión encontró a su hija "muy golpeada" y que "tenía la entrepierna lastimada, en carne vive, y golpes en la espalda".

En ese sentido, Marcelo contó que "al preguntarle qué le había pasado, ella decía que se había caído de la escalera", pero que después se enteró que el joven "le había pegado".

Por su parte, el defensor de la joven, Víctor Rebossio, afirmó que hay testigos que escucharon “cómo se pegaban y hay testimonios de que era una pareja enfermiza, anómala, que gozaba de cosas que no son razonables, como hostigarse".

El hecho ocurrió el viernes alrededor de las 5 de la madrugada, cuando Pastorizzo fue hallado sin vida en la calle General Paz al 300, al lado de su motocicleta y con dos disparos en el pecho.

Un remisero que pasaba por el lugar vio al joven y a otra persona que no pudo identificar, pero al dejar a su pasajero y regresar, sólo halló al muchacho agonizando y dos cascos a su lado.
Debido a que la ambulancia tardó alrededor de media hora, Pastorizzo finalmente murió en el lugar.

Fuente: Télam