Un joven fue condenado este lunes a prisión perpetua por el crimen cometido por "odio a la identidad de género" de la dirigente trans Diana Sacayán, asesinada de 13 puñaladas en su departamento del barrio porteño de Flores en 2015, en una resolución judicial sin precedentes.
El fallo que condenó a Gabriel David Marino (25) por el crimen de Sacayán (40) es inédito, ya que se trata de la primera vez que se admite la figura de "odio a la identidad de género" aplicada a lo que la acusación llamó "travesticidio", destacaron la familia de la víctima y organizaciones que acompañaron el desarrollo de la causa.
La condena fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4, integrado por los jueces Adolfo Calvete, Ivana Bloch y Julio César Báez, que, por mayoría, halló a Marino coautor del delito de "homicidio agravado por odio a la identidad de género y violencia de género".
Marino está detenido desde hace dos años en el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza y cumplirá 35 años encarcelado por el crimen de Sacayán, como solicitaron la fiscalía y las dos querellas.
La sentencia, cuyos fundamentos se conocerán el 6 de julio, fue leída en una sala colmada de familiares y seguida a través de una pantalla por un centenar de personas en el sexto piso de los Tribunales porteños, donde estuvieron la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, los diputados Leonardo Grosso y Mónica Macha y la ex legisladora Vilma Ripoll.
Además, otros compañeros de militancia de la víctima realizaron una radio abierta y transmitieron la audiencia en vivo desde un acto en la plaza Lavalle para recordar a Diana, impulsora de las leyes de Identidad de Género y de Cupo laboral travesti trans.
Al inicio de la audiencia, alrededor de 10.30, los jueces le dieron la oportunidad a Marino de pronunciar sus "últimas palabras" en el juicio, a lo que se negó por sugerencia de los asistentes de su defensor oficial, Lucas Tassara, quien no concurrió al Palacio de Justicia.
Tras un cuarto intermedio de una hora, el presidente del tribunal, Adolfo Calvete, leyó el veredicto y el hermano de Diana, Say Sacayán, rompió en llanto mientras se abrazaba con Nora Cortiñas y otros familiares que, notablemente emocionados, también festejaron la decisión de los jueces con aplausos.
En tanto, desde los pasillos de Tribunales se oyeron las ovaciones de los demás presentes que pronunciaron una y otra vez "¡Diana presente, ahora y siempre!" y "Diana, corazón, acá tenés las travas para la liberación", acompañados por banderas y carteles que recordaban a la activista.
Durante el debate oral y público, que comenzó el 12 de marzo último y se desarrolló en doce audiencias, el fiscal Ariel Yapur remarcó la "inmensa responsabilidad institucional" que posee la causa por la "dimensión de Diana como víctima" y por "el interés especial" que organizaciones internacionales tienen sobre el tema.
"El caso de Diana es un caso testigo de las violencias contra las mujeres trans", agregó en su alegato sobre el asesinato de Sacayán, cometido entre la noche del 10 y la madrugada del 11 de octubre de 2015.
Yapur dio por probado "sin lugar a duda razonable" que Marino, actuando en conjunto con otro hombre que aún no fue identificado, mató a la referente en "circunstancias que permiten afirmar que el hecho guarda relación con su condición de mujer trans".
Durante la pesquisa, el ahora condenado fue identificado a través de las imágenes de dos cámaras de seguridad cercanas al domicilio de la víctima mientras llegaba al edificio y, cerca de las 4 de la madrugada, cuando salía junto a otro joven.
Por su parte, la representante de la familia de Sacayán, Luciana Sánchez, dijo ante los jueces que éste fue un caso "fundacional" y resaltó el "impacto" que tuvo en la comunidad, por lo que suscribió la pena solicitada por la fiscalía.
La letrada expresó la necesidad de crear más fiscalías especializadas, ampliar la estructura de la actual Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) y la aplicación "obligatoria" de protocolos específicos para estos casos.
En tanto, el abogado Ricardo Kassargian, querellante por el Inadi, acompañó lo solicitado por sus colegas de la acusación y destacó en su alegato "el valor de las palabras": "Si matan al padre, se habla de parricidio; si matan a un hijo, se habla de filicidio; al hermano, fraticidio... Entonces, cuando matan a una travesti por su condición de tal, se debe hablar de travesticidio".
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, Sacayán fue asesinada en el interior del departamento de la avenida Rivadavia al 6700 y su cuerpo fue hallado dos días después amordazado y atado de pies y manos.
La autopsia reveló que la víctima presentaba 27 lesiones en su cuerpo, 13 de ellas producidas por un cuchillo de una hoja de 20 centímetros que fue secuestrado en la escena del crimen.