Una empresa anunció el comienzo de una actividad comercial “nunca vista en Europa” e instaló en Barcelona un “burdel de muñecas sexuales”. Por razones de privacidad, los titulares de la casa de citas no dieron a conocer la dirección exacta e indicaron que sólo se podrán hacer reservas vía telefónica.
Las "sex-dolls", tal como las denomina la página oficial, son totalmente realistas, tanto en el movimiento de sus articulaciones como en el tacto y supuestamente prometen cumplir fantasías "sin límites".
El cliente hasta puede elegir con qué ropa, en qué postura y situación quiere que la muñeca lo reciba.
¿Dónde en Barcelona está ubicado? No se sabe, sólo se comunica una vez pactada la cita.
¿Precios? Van de 120 a 170 euros.