La Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel) dio a conocer una guía práctica para el uso racional de energía. La misma incluye diez reglas básicas y eficientes para, sin dejar de disfrutar de beneficios, hacerle frente al aumento de en las tarifas de la luz.
1. Apagá las luces y equipos que no usás.
2. Mantener los equipos de aire acondicionado a alrededor de 24º C. Llevar esta temperatura a niveles más bajos provoca un aumento exponencial del consumo. Y mientras está encendido, mantené las puertas y ventanas cerradas. Además, es importante limpiar los filtros del equipo mensualmente
3. Realizá el mayor número de actividades aprovechando la iluminación solar
4. Mantené en condiciones las heladeras y freezers. Estos equipos explican el 30 por ciento del consumo de una vivienda promedio. Para ello, conviene que las partes traseras estén separadas de las paredes por al menos 20 centímetros y conservarse limpias y ventiladas. En malas condiciones consumen hasta 15 por ciento más.
También se recomienda descongelar antes de que la capa de hielo alcance tres milímetros de espesor: se podrá conseguir un ahorro de hasta 30 por ciento. Y para evitar pérdidas de frío, verificá que los burletes de las puertas estén en buenas condiciones y cierren correctamente.
4. Mantené una temperatura de 6º en el compartimento de refrigeración y de -18º en el de congelación. Cada grado que reduzca la temperatura, aumentará, innecesariamente, un 5 por ciento el consumo de energía.
5. Cómo optimizar el lavado de ropa. La mayor parte de la energía que usan los lavarropas (del 80 al 85 por ciento) se utiliza para calentar el agua. Por lo tanto, siempre que puedas, usá los programas de agua fría.
Otras medidas que colaboran en la reducción del consumo es que el lavarropas trabaje siempre a plena carga y usar sólo el jabón necesario: el exceso produce mucha espuma y hace que el motor trabaje de más.
6. Si planchás, revisá que la superficie de la misma esté siempre limpia para transmitir el calor de manera más uniforme. Asimismo, colaboran rociar ligeramente la ropa sin humedecerla demasiado y “terminar” con la mayor cantidad posible de ropa en cada sesión. Tratá de hacerlo fuera de los horarios de mayor consumo.
7. Encendé el televisor sólo cuando realmente tengas intenciones de ver algún programa. Y si varias personas del hogar van a ver el mismo programa, intenten que sea en el mismo aparato.
8. Las computadoras se encuentran entre los diez equipos que más consumen en el hogar. Entonces: apagá el monitor si no vas a utilizarla por cierto tiempo, prendé los periféricos sólo cuando los necesites y no la dejes encendida durante la noche.
9. Si pensás adquirir electrodomésticos como un aire acondicionado, heladera o lavarropas consultá acerca de su etiquetado energético. Te permitirá conocer de forma rápida la eficiencia energética mediante un código de colores y letras que van desde el verde y la A para los equipos más eficientes, hasta el rojo y la G para los equipos menos eficientes.
El consumo de energía, para prestaciones similares, puede llegar a ser casi tres veces mayor en electrodomésticos de clase G, que en los de clase A.
10. Por último, mantener limpias las lámparas y las pantallas aumenta la luminosidad sin aumentar la potencia. Esto podría suponer un ahorro de hasta un 20 por ciento en el consumo eléctrico para iluminación. Una lámpara sucia o en mal estado pierde hasta un 50 por ciento de su luminosidad.
También aporta la iluminación localizada: además de ahorrar conseguirá ambientes más confortables.
En garajes, zonas de tránsito, entradas, parques, es interesante colocar detectores de presencia para que las luces se enciendan y apaguen automáticamente, así como usar luminarias exteriores equipadas con fotocélulas o temporizadores, con apagado diurno.