Las máquinas de coser Singer ya no se fabricarán en Argentina. El anunció generó nostalgia en muchos, pero no en los directivos de Macoser SA, la empresa que las producía. Roberto Macchieraldo, director ejecutivo, dijo en el programa A diario, de Radio 2, que la decisión obedece a un plan de reconversión de la firma, que lejos de despedir personal desde hace años se enfocó en la fabricación de un producto que tiene un mercado más dinámico: cocinas, hornos y anafes.
Macchieraldo explicó que la empresa seguirá importando y vendiendo máquinas Singer producidas en el exterior. Y que la planta de Córdoba, que ahora está por completo dedicada a la producción de cocinas Florencia, era la última que quedaba en el país de fabricación de máquinas de coser.
El empresario explicó que la máquina de coser tiene teniendo mercado. Pero que el mismo no crece. Una de las razones es su larga durabilidad, que hacen que pasen de generación en generación.
Y sostuvo que el gran secreto de Singer, que tiene 178 años en el mundo, es que "logró una fórmula de comercialización, pues inventó la venta en cuotas. Se vendía en cuotas semanales".
"Somos la única fábrica de 14 que había en el país que seguía viva. Decidimos dejar de fabricar por una decisión estratégica. Nos reconvertimos y fue oportuno haberlo hecho sin esperar a estar mal", dijo el empresario.
Y explicó por qué las cocinas tienen más "aire": "En un contenedor vienen 1.500 máquinas de coser de China, pero cocinas solo 200".
Además, desdramatizó la crisis que atraviesa el país: "Es algo que repetimos cada siete u ocho años. Nosotros el año pasado vendimos lo mismo que en 2014, tanto en máquinas de coser como en cocinas. Nadie se quejó en 2014".
Y explicó por qué la nostalgia es de los otros. "Si me pongo nostálgico no estaría más trabajando. Ahora estamos en desarrollo con la cocina eléctrica".