Un pedido común de toda madre radica en no hacer ejercicio físico inmediatamente después de comer. Sin embargo la ciencia indica que en verdad el mayor riesgo está en hacerlo con el estómago vacío.
Ocurre que cuando uno tiene hambre, su cuerpo se pone en “modo supervivencia”, reajustando el metabolismo para compensar las pérdidas de energía. Si no se come, las tasas metabólicas caen, según informó el British Medical Journal y reprodujo el portal 20 Minutos.
Por otro lado, hacer deportes con el estómago vacío puede derivar en que se terminen quemando reservas de energía incorrectas, ya que si el cuerpo no encuentra glucógeno que quemar, puede recurrir a proteínas musculares.
En cambio comer bien antes de hacer deportes garantiza energía para entrenar más y mejor. Eso sí, se deben evitar alimentos muy grasosos, ya que tardan mucho tiempo en digerirse, y se aconseja dejar pasar al menos media hora después de la comida.
¿Qué se recomienda comer antes de entrenar? Un snack saludable o una barrita de cereales puede aportar rápidamente la energía que está faltando, lo mismo que alguna fruta. Si el entrenamiento será duro, los hidratos de carbono pueden ser una opción.