No son pocos los que prefieren no saber qué ocurre con su salud, por temor a recibir una mala noticia. En una de las disciplinas en las que más se manifiesta es en cardiología. “¿Para qué enterarme cómo estoy? Precisamente para evitar las malas noticias, ya que se ha avanzado de tal manera que la ciencia permite que gran parte de las personas pueda completar su ciclo vital con buena calidad de vida”, respondió el médico Daniel Piskorz, ex presidente de la Federación Argentina de Cardiología.
“Es fundamental conocer nuestro estado de salud, ya que hoy la medicina en general, y la medicina cardiovascular en particular, han avanzado de tal manera que es muy difícil que personas que padezcan enfermedades cardiovasculares se vean impedidas de llegar, con buena calidad de vida a completar su ciclo de vida”, aseveró el especialista.
- Tener una enfermedad cardiovacular, ¿hoy es una muy mala noticia?
- El reconocer que puedo padecer una enfermedad cardiovascular hoy no es una mala noticia, porque se realizan en el país y en el mundo, maratones de pacientes trasplantados cardíacos. Y convengamos que llegar a un trasplante cardíaco, es la fase terminal de la enfermedad cardiovascular. La ciencia y la medicina han desarrollado todo un conocimiento y se ha incorporado una tecnología novedosa y sofisticada que nos permite retrasar los desenlaces de las enfermedades; en nuestro caso de las enfermedades cardiovasculares.
- ¿Las enfermedades cardiovasculares impiden hacer actividad física?
- Hace unos años, organizamos en nuestro servicio unas clases de tango, porque es un modo de ofrecerles a los pacientes la posibilidad para que hagan actividad física con algo que los alegre, que les otorgue placer hacerlo, adaptado a las condiciones de cada paciente. Hoy hay muy pocas, casi ninguna, enfermedad cardiovascular que no permita hacer actividad física. Clases a las que concurrían pacientes con by pass, con angioplastia, gente con cardio desfibriladores, pacientes con marca pasos.
- La idea es complementar el tratamiento.
- Exacto. Por eso es necesario en medicina hacer un equipo de trabajo para que podamos brindarles a los pacientes esta otra parte imprescindible de la recuperación de la enfermedad cardiovascular que es la realización de la actividad física adaptada a cada necesidad y sin riesgo. Actividad física que incluye a las relaciones sexuales que es algo que en el consultorio se plantea diariamente, con preguntas como: ¿podemos hacerlo? ¿puedo tomar la pastilla azul? La mayoría de los enfermos cardiovasculares pueden tener una vida sexual normal, y la mayoría puede consumir la pastilla azul.
Años atrás, con menos conocimientos científicos y médicos, condenábamos a las personas a no tener relaciones sexuales; hoy les decimos, en la mayoría de los casos que pueden hacerlo normalmente, pero siempre, con la autorización de su médico; siempre bajo control de la enfermedad.