Hoy en día resulta impensable no cepillarse los dientes luego de cada comida, pero no ocurre lo mismo con la lengua, a pesar de ser fundamental para mantener una correcta higiene y salud bucal. Hay que tener en cuenta que cualquier complicación que tengamos en ella haría imposible funciones imprescindibles como hablar, masticar, tragar o saborear la comida.
La lengua tiene una diversidad de músculos enorme, lo que permite que tengamos una gran movilidad. Además, permite detectar táctilmente muchas superficies y cuenta con vasos sanguíneos y nervios importantes, según consignó 20 Minutos.
Está forrada de miles de papilas, que dan ese aspecto aterciopelado, y otorgan en sentido del gusto. Si la lengua está muy blanca, amarilla o marrón, es que hay un problema y se debe consultar al odontólogo. En la base de la lengua, llamada suelo lingual, se encuentran las glándulas salivares.
Su superficie irregular hace que se acumulen restos de alimentos y bacterias que pueden generar caries o enfermedades periodontales. Por ello, es muy importante limpiar la lengua correctamente. Los expertos afirman que al hacerlo notaremos más los sabores y vamos a redundar en un beneficio en toda la salud de la boca, reduciendo también las posibilidades de tener mal aliento.
Se aconseja limpiar la lengua cada día, al menos dos veces. El utensilio ideal es el raspador lingual, aunque también podemos emplear un cepillo de dientes, siempre usando pasta dental.