Policías del Comando Radioeléctrico que patrullaban por la zona suroeste salvaron este lunes por la noche a un bebé que se asfixiaba. Sus padres, desesperados lo llevaban en el auto al hospital cuando en el camino se toparon con el móvil policial y gritaron por ayuda. Uno de los oficiales le practicó los primeros auxilios de reanimación y logró que reaccionara. Luego fue atendido en el hospital de Niños Víctor J. Vilela.
“Ayúdenme por favor que se me muere el nene, por favor se me muere el nene”. Tal fue el grito desesperado que los policías del Comando Agustín Martínez y Miguel Ángel Yaskievicz escucharon este martes alrededor de las 20.35 en Avellaneda y Garay. El que gritaba era un hombre de 23 años desde un Renault 19 gris.
Cuando los agentes se acercaron descubrieron al bebé de un año inconsciente y con los labios violáceos. Como el chiquito no reaccionaba, uno de los uno de los efectivos comenzó a practicarle los primeros auxilios de reanimación por atragantamiento. El llanto del pequeño fue el alivio de todos.
Según contó el papá, el niño se había quedado sin respiración y desvanecido. Lo atendieron después en el Vilela.