Sigue la polémica por el cercamiento de la plaza Homero Manzi, en la zona sur de la ciudad, donde hasta hace algunos días funcionaba la feria conocida como “La Saladita”, que contaba con más de 900 puestos de venta. La Municipalidad, apoyada en los reclamos de los vecinos, intervino el espacio público y comenzó a realizar mejoras. Mientras tanto, los feriantes reclaman su “derecho a seguir trabajando” y piden ser “reubicados”.
Con varias cuadrillas, el municipio concretó este viernes una serie de mejoras en la plaza ubicada en Salvá al 5900, en la zona sur de Rosario. Las mismas habían sido comprometidas por el Ejecutivo ante el reclamo de vecinos, que manifestaron un deterioro del espacio público por la instalación de la popular feria durante los fines de semana.
A través de su cuenta de Twitter, el secretario de Gobierno Gustavo Leone publicó fotos de las acciones desarrolladas por la dirección de Parques y Paseos, consistentes en pintura de bancos, reparación de juegos, escamonda y plantación de especies.
El funcionario sentenció que "las plazas son de los vecinos, no deben ser ocupadas para actividades comerciales”.
Semanas atrás, el municipio valló el lugar para permitir concretar mejoras en el menor tiempo posible. Entre las acciones planteadas, se destacó la parquización general del espacio público, la instalación de nuevas luminarias, pintura antivandálica en columnas y juegos, colocación de una estación aeróbica y cartelería.
“Sabemos que hay actores que se oponen a la intervención y mejora del espacio público. Esto lamentablemente no es nuevo, pero como Municipio debemos bregar por la legalidad y el bien común. Hemos valorizado la intervención de esta plaza y vamos a llevarla adelante”, había detallado en su momento la secretaria de Ambiente y Espacio Público, Marina Borgatello.
Mientras tanto, esta semana se presentó en el Concejo un proyecto de ordenanza para regularizar distintas ferias que tienen lugar en diferentes puntos de la ciudad. Justamente en la plaza Homero Manzi se radica una denominada "La Saladita". A propósito de esta iniciativa, el concejal socialista Horario Ghirardi adelantó su rechazo.
"Lo que hay que regularizar es la situación de los feriantes, ver quiénes son los vendedores e incorporarlos a las ferias existentes o a los permisos de venta ambulante", explicó.
"No parece una buena idea generar una ordenanza vinculada a las saladitas, porque nadie puede desconocer que en esas ferias se esconden muchas veces manejos de mercadería ilegal", dijo. Y agregó que "hay que respetar las estructuras existentes para que la ciudad tenga un orden, se garantice la defensa de la competencia comercial y no fomentar la ilegalidad en todo lo que es mercadería de contrabando o comprada en negro, producida muchas veces en base al trabajo esclavo".
"Lo que le hemos dicho a los feriantes de la Saladita es lo siguiente: que aquellos que se encuadren en alguna de las ordenanzas vigentes, podemos atenderlos y ver de qué manera pueden ser atendidos, pero aquellos que no cumplen con estos requisitos, sencillamente no pueden seguir infringiendo la ley", finalizó Ghirardi.