La justicia Federal pidió la elevación a juicio de la causa Los Patrones, en la que hay 32 personas imputadas por la comercialización de drogas, entre ellas, Ariel Máximo "Guille" Cantero, Jorge Emanuel Chamorro –líder y miembro de Los Monos respectivamente según la acusación del juicio del fuero provincial– y sus parejas como los organizadores de las operaciones. La investigación se inició en 2014 y en noviembre del año siguiente hubo una serie de allanamientos en el centro y sur de Rosario, y en las provincias de Chaco y Corrientes, en los que se secuestraron estupefacientes, precursores químicos, armas y vehículos.
Según informó el sitio web Fiscales, la causa se originó el 19 de noviembre de 2014 a partir de una comunicación hecha a la Fiscalía Federal N° 3 por parte de la Superintendencia de Drogas de Peligrosas –sección Rosario–, donde se puso en conocimiento que el día anterior se había detectado la posible comercialización de estupefacientes en la intersección de las calles Chávez y Laprida, en la zona sur.
Desde entonces, el trabajo de la Fiscalía apuntó a desentrañar a los responsables de los distintos roles y jerarquías, desde los “soldaditos” encargados de custodiar los puntos de comercialización hasta los encargados de proveer el material estupefaciente, incluyendo a quienes facilitaban el almacenamiento y la logística a la organización.
A fines de noviembre de 2015 se llevaron a cabo medio centenar de allanamientos en barrios del centro y sur de Rosario, y en las provincias de Corrientes y Chaco. En esos operativos, las fuerzas de seguridad detuvieron a 22 integrantes de la banda. Además, incautaron cerca de 500 kilos de marihuana, 5 kilos de cocaína, precursores químicos, armas y vehículos.
En diciembre de 2015, el titular del Juzgado Federal N° 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, dispuso el procesamiento de 23 personas vinculadas –directa o indirectamente– a Los Monos, entre ellos Guille Cantero y Jorge "Ema" Chamorro.
La fiscal federal Nº 3 de Rosario Adriana Saccone y Diego Iglesias, fiscal federal a cargo de la Procunar, explicaron en la requisitoria de elevación a juicio al Juzgado Federal Nº 4 –a cargo de Marcelo Bailaque– que quedó acreditado que la organización criminal funcionó al menos entre el mes de noviembre de 2014 y noviembre de 2015 con epicentro en la ciudad de Rosario. Añadieron que los integrantes actuaron en todo de momento de manera coordinada y con una tarea específica, desde los encargados de comercializar la droga en los distintos puntos de venta o acondicionar el material estupefaciente para su posterior distribución hasta aquellos que gestionaban la provisión y el control de las ganancias.
"Se advierte que todos los miembros de la organización se acomodaron conforme un esquema jerárquico que permitió distinguir el papel más preponderante de algunos por sobre el aporte menos trascendente –aunque necesario– de otros", consideraron representantes del Ministerio Público Fiscal.
Según los elementos reunidos durante la instrucción, la Justicia identificó a Guille Cantero, Chamorro y sus respectivas parejas en el eslabón superior de la banda. Las intercepciones telefónicas dan cuenta que, desde su lugar de detención, se comunicaban frecuentemente con sus parejas para determinar los ingresos y egresos monetarios de la empresa ilícita, coordinar el pago de determinadas deudas, conseguir armamento o contratar “muchachos” para custodiar los puntos de venta, circunstancias que dan cuenta de que los cuatro imputados mantenían el dominio sobre la logística económica de la organización, "impulsando el flujo de dinero según las necesidades del negocio".
A través de la solicitud los fiscales sostuvieron que las eventuales detenciones de "cuadros intermedios e inferiores de la pirámide jerárquica no resintieron el andamiaje ni el funcionamiento de la organización ya que el control ejercido por las dos parejas sobre el plan delictivo y las acciones de sus subalternos, dotó a estos últimos de cierta fungibilidad, dificultándole poderosamente a las fuerzas de seguridad el desbaratamiento de esta maquinaria narcocriminal".
Calificaciones legales
La justicia Federal pidió que Guille Cantero, Jorge Chamorro, Vanesa Barrios (pareja de Guille) y Jesica Lloan (pareja de Chamorro) respondan en el debate oral y público como líderes de una estructura criminal destinada al tráfico de estupefacientes, en la modalidades de transporte, fabricación y comercialización, en la que tuvieron intervención más de tres personas de forma organizada.
También solicitaron que los acusados Horacio Castagno y Daniel Monserrat sean juzgados como autores del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de fabricación y comercialización, agravado por la intervención organizada de más de tres personas; Luis Cesar Peñalba y Luis Pedro Peñalba como partícipes necesarios del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de transporte agravado por la intervención de tres o más personas; Elías Javier Sánchez, Elizabeth Soledad Cocimi y Andrés Pablo Lasalle como coautores del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de transporte agravado por la intervención de más de tres personas; y Cristian Oscar Torancio como autor del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de almacenamiento agravado por la intervención de tres o más personas. Asimismo, requirieron que el resto de los imputados sean juzgados como coautores del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio, agravado por la intervención organizada de 3 o más personas.
Por último, los representantes del Ministerio Público Fiscal pidieron que se extraigan testimonios de todo lo actuado a efectos de continuar la investigación en relación con aquellas personas que en la actualidad se encuentran prófugas.
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