Organizaciones ambientalistas de Santa Fe y Entre Ríos afirmaron que la presencia de glifosato en la cuenca del río Paraná, recientemente demostrada por investigadores del Conicet, "nos afecta a todos" y entre otras medidas pidieron empezar a analizar el agua potable. Desde el gobierno provincial adelantaron que los valores "no son alarmantes".
La investigación, realizada entre 2011 y 2012 por los científicos Alicia Ronco y Damián Marino, reveló que el río Paraná recibe una carga contaminante de sus afluentes, concentrada mayormente en los sedimentos y en las zonas donde se realiza agricultura intensiva con semillas transgénicas, agroquímicos y siembra directa.
Horacio Enríquez, fundador de la organización no gubernamental Eco Urbano, expresó que el informe "tiene un alto impacto en la mirada ecologista y de organizaciones que vienen hace varios años denunciando los riesgos que provoca el uso y abuso de agroquímicos en la lógica productivista de este modelo agro industrial".
"Nuestros campos están involucrados, según el estudio en el barro del lecho de nuestro Paraná existen esas grandes cantidades de tóxicos", dijo a Télam.
Daniel Verzeñassi, integrante del Foro Ecologista de Paraná, pidió "incorporar a la normativa que establece el análisis del agua potable los principios activos del glifosato, endosulfán y clorpirifós" y "el tratamiento de la ley de agroquímicos para comenzar un proceso de transformación de la agricultura".
Por su parte Luis Meiners, integrante de la Red Ecosocialista en Entre Ríos, sostuvo que el uso del glifosato "es un problema de salud y no de rentabilidad, por lo que hay que reducir la ganancia de determinados sectores para que la gente deje de morirse".
En tanto Carlos Manessi, presidente de la ONG Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat) de Santa Fe, en diálogo con la agencia Télam consideró que "en algún lado tenía que estar el veneno que se echa en los campos".
"No es alarmante"
Por su parte, el subsecretario de Gestión Ambiental de Santa Fe, Edgardo Seguro, afirmó que se contactará con los investigadores del Conicet para obtener "precisiones" sobre las muestras estudiadas pero aseguró que los valores "no son alarmantes".
El funcionario aclaró que a pesar de no haber leído el estudio –al momento de la consulta de Télam–, entiende que "sólo estaría afectado en su distrito el arroyo Saladillo", y afirmó que "desde 2008 se monitorean distintos afluentes del Paraná".
"Ahora se detecta glifosato y AMPA (su degradación), pero antes no aparecía. Los valores no son alarmantes, se trata de un mal uso agrícola tanto en arroyos del norte como del sur", dijo.
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