El referente de la barrabrava leprosa Matías Pera fue imputado en la mañana de este jueves en los Tribunales provinciales por haber baleado el bar Don Nadie, ubicado en Fisherton. Seguirá detenido hasta el 5 de abril en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero.
En la audiencia imputativa presidida por la jueza Silvia Castelli, el fiscal de Investigación y Juicio Carlos Covani acusó a Marías Pera de haber baleado el bar de Eva Perón al 7800. La magistrada ordenó prisión preventiva por 45 días.
El hecho por el cual Matías Pera fue imputado ocurrió el 28 de octubre por la mañana y quedó registrado por las cámaras de seguridad del banco Santander Río, ubicado al lado del bar cuya fachada fue baleada.
En el video se puede ver a dos personas llegar hasta el lugar en una moto Honda Tornado. El que iba como acompañante y que físicamente se asemeja a Pera, se bajó y disparó contra el frente del negocio. El ataque se concretó en pocos segundos, para luego ambos huir como habían llegado. La patente de la moto pudo ser identificada y, según el fiscal, el dueño es un amigo del referente de la barra leprosa, quien todavía no pudo ser localizado.
En el allanamiento que se realizó ayer en el departamento en el que Matías Pera vive se secuestró un par de zapatillas rojas de suela blanca, un pantalón deportivo negro y unos guantes amarillos; elementos coincidentes con la vestimenta que habría usado la mañana de la balacera por la que fue imputado.
El nombre de Matías Pera fue mencionado desde el principio de la investigación por un menor de edad que aquella mañana se encontraba en el lugar del hecho y que, cuando los atacantes se fueron del lugar, se dispuso a juntar las vainas servidas que habían quedado dispersas en la vereda. Esta situación fue puesta en duda por la defensora Bárbara Reynoso, que cuestionó los motivos de por qué quien reconoció y acusó a Pera habría de levantar evidencia que podría ser usada en su contra y porque el padre del joven, más tarde ese mismo día, fue detenido en posesión de un arma de fuego.
Covani, a pesar de las pruebas presentadas, admitió no tener en claro todavía los motivos del ataque ni a quien estaba dirigido, razón por la que pidió a la magistrada que dispusiera la prisión preventiva del acusado para evitar que pudiera entorpecer la investigación.