Una segunda autopsia realizada sobre el cuerpo de María de los Ángeles París, la bibliotecaria que murió en circunstancias poco claras cuando estaba en la comisaría 10ª de Rosario, confirmó los análisis previos al arrojar que la mujer no sufrió una muerte violenta.
El informe forense final, realizado en el Instituto Médico Legal que y recibido este lunes por el fiscal Luis Schiappa Pietra, ratificó lo expuesto en un primer estudio: los peritos descartaron la existencia de “lesiones externas e internas de origen traumático” en el cadáver que tengan “jerarquía suficiente como indicativos de muerte violenta”.
Según informó en Radio 2 el periodista Hernán Funes, los investigadores del caso todavía aguardan el informe toxicológico sobre el cuerpo, para determinar si París había consumido alguna medicación o sustancia que pudiera haber tenido, finalmente, relación con su fallecimiento.
En las últimas horas se concretó también la presentación de la familia de la víctima como querellante en la causa. Se espera ahora que se fije fecha para una audiencia donde la Justicia defina si admite la solicitud.
Aún sin imputados
Cabe destacar que por la muerte de la bibliotecaria no hubo aún personas detenidas ni imputadas. La investigación sólo motivó por ahora la separación temporal y preventiva de su cargo del comisario Silvio Cortez, que estaba a cargo de la seccional donde París había ido a hacer una denuncia el pasado 3 de mayo y más tarde, esposada, falleció.
En ese sentido, la fiscal Karina Bartocci, que trabaja sobre casos de corrupción o violencia institucional, planteó la necesidad de determinar si hubo incumplimiento de los deberes de funcionario público por parte de los policías que estaban en ese momento en la 10ª, ubicada en la zona norte de la ciudad.
En concreto, se pretende establecer si el personal actuó correctamente ante una mujer que podría haber estado alterada o sufriendo alguna patología y fue esposada tras una supuesta agresión a los efectivos.