Según informó el periodista Hernán Funes de Radio 2, agentes de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), de la Dirección General de Control y Prevención de Adicciones y de Trata sacudieron el barrio en el límite entre Pérez y Rosario con un operativo de saturación y control sorpresivo este miércoles a partir de las 6.30. Continuaban aún en el lugar con la asistencia de cinco fiscales de la unidad de Investigación y Juicio del Ministerio Público de la Acusación. Estaban detrás de armas.
De los ocho detenidos, cinco fueron requeridos por el juzgado por instancias de violencia territorial.
De acuerdo a las denuncias, algunos eran señalados por los vecinos –que recibieron con un aluvión de agradecimiento a los policías esta mañana– como soldaditos de búnkers, ladrones e incluso “cobradores de peaje”, personas que pedían dinero a cambio de permitir la libre circulación por el barrio.