“Hay un montón de empresas que han trabajado honestamente”. Franco Gagliardo, uno de los titulares de Obring, se despegó del pago de coimas ventilado en la causa de los cuadernos de la corrupción y aseguró que esa firma rosarina sólo participó de una obra vial durante el kirchnerismo y que todo se hizo “honestamente”. En ese marco, se manifestó “indignado” por la aparición –y la difusión– de la empresa en un listado de 86 constructoras que el financista K Ernesto Clarens entregó a la Justicia y sobre el que luego se aclaró que sólo las 40 primeras –entre las que no hay ninguna firma rosarina– participaron del sistema de recaudación ilegal denunciado.
“Fue un golpe muy fuerte. No entendíamos nada. Fue un listado que se difundió erróneamente”, dijo Gagliardo en diálogo con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra en Radio 2.Y explicó que esa nómina se elaboró con información pública oficial.
Obring en particular, detalló, participó en una sola obra vial durante el kirchnerismo, la pavimentación de 20 kilómetros de la ruta 34 en 2007.
“Hemos sido mencionados en ese listado de obra pública porque hemos ganado una licitación en forma lícita, sin irregularidades. Se está difundiendo esto con mucha irresponsabilidad”, enfatizó.
Y marcó diferencias con otras firmas del sector, fundamentalmente con las que más negocios hicieron con el kirchnerismo: “Hay empresas que trabajan bien, que no crecieron de un día para el otro. Tenemos 40 años de trayectoria y hemos crecido paulatinamente”.
Gagliardo sostuvo que “no en todas las obras” existió el mecanismo del pago de coimas como requisito para ganar una licitación, pero también dijo saber –“porque conocemos empresas más grandes”– que sí ocurría eso en los proyectos de mayor magnitud.
Agregó que Obring pudo trabajar muy poco con el gobierno nacional durante el kirchnerismo y deslizó que podría obedecer también a la decisión de no participar de ese tipo de circuitos.
“En 12 años trabajamos en una sola obra a nivel nacional, pese a que somos especialistas en obras viales. Y nos pudimos manejar sin irregularidad”, dijo.
“Cuando vemos que hay algún tipo de irregularidad no participamos”, enfatizó.
Gagliardo se lamentó por el daño que testo generó a la empresa, pero también por lo “nocivo para nuestra sociedad y nuestra economía” que implica “esto de meter que todas las empresas son lo mismo, todo es corrupción, cundo hay un montón de empresas que han trabajado honestamente”.