El economista local Sergio Arelovich registró desde diciembre de 2015 todos los nombramientos que publicó el gobierno nacional en el Boletín Oficial. Ese trabajo artesanal, a tres años de iniciado, revela que las designaciones no sólo nunca se detuvieron, ni con las promesas de austeridad y ajuste, ni con los supuestos "congelamientos" de planta, sino que fueron en aumento.
El año 2018 fue récord en cantidad de nuevo personal de cierta jerarquía en los ministerios y con sueldos de unos 80 mil pesos. Los empleos públicos vip que se sumaron fueron 2.395. Bastante más que los 1.955 de 2016 y los 1.381 de 2017.
A pesar de que diciembre concluyó con "apenas" 136, el promedio mensual de este año fue de 199. La media de 2016 (el pico anterior) fue de 162 y había bajado a 115 en 2017.
En el tercer año de la era de Mauricio Macri, con una inflación de 47 puntos que goleó a las paritarias y las jubilaciones, con devaluación del peso en un 105 por ciento, con pérdida de empleos privados y suba de la pobreza, el gobierno nacional aumentó un 73 por ciento las designaciones con respecto al ejercicio anterior.
Desde el 11 de diciembre de 2015, la lupa de Arelovich que recorre el Boletín detectó 5.908 nuevos cargos. En tres años y 20 días de gestión son 5,30 designaciones cada 24 horas.
El miércoles 26, por ejemplo, mientras los trabajadores de la Pyme textil La Mar en Rosario denunciaban la pérdida de 20 puestos, el Boletín le daba la bienvenida a nueve flamantes jerárquicos nacionales. Y entre jueves y viernes, cuando los empleados de la fábrica militar de Fray Luis Beltrán leían en voz alta y entre llantos la lista de 15 cesanteados para bajar el gasto público, otras siete designaciones redondeaban el total de 136 en diciembre.
El economista y docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) revisó los detalles de los nombramientos y observó que más del 80 por ciento no cumple con los requisitos que el cargo requiere y se justifican con excepciones.
Se trata de directores de área, secretarios y subsecretarios que ingresan a la planta del Estado. “La gran mayoría de las designaciones exceptúan los requisitos mínimos que exige el Sistema Nacional de Empleo Público (Sinep). Eso es una barbaridad porque se puede entender que metan a una persona de confianza pero con semejante proporción que no cumplen esos requisitos, lo que están haciendo es repartir cargos para financiar la política”, añalizó Arelovich.
Hace cuatro meses, Rosario3.com se hizo eco del relevamiento porque en plena crisis de corrida cambiaria y medidas de austeridad los nombramientos seguían en alza. Habían sido 182 en agosto y entre ellos se destacó la figura del “Director de la Residencia Presidencial de Olivos”.
Todo eso a pesar de que en julio pasado el gobierno nacional dictó el decreto 632/18 de “congelamiento” de la planta hasta el 31 de diciembre de 2019. El artículo 2 de esa normativa habilitó "excepciones" que "no puedan postergarse por su especificidad técnica, profesional, criticidad o riesgo operativo”.
Por esa puerta trasera del decreto entró el impostergable “Director de la Residencia Presidencial de Olivos” y otros 800 nuevos imprescindibles para el Estado nacional que cobran unas diez jubilaciones mínimas cada uno.