El ex interventor de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y ex subdirector de la firma transportadora de energía Transener, Antonio Caro, descartó este martes que el apagón del lunes a la noche haya tenido alguna motivación política porque, según dijo, eso le terminaría impactando económicamente a la empresa distribuidora.
“No hay ninguna posibilidad desde mi punto de vista de que haya sido un sabotaje, absolutamente no. La falla le pega muchísimo económicamente a Transener, en los índices de calidad de servicio que son los que definen las multas a la empresa”, sostuvo el ex interventor en diálogo con el periodista Sergio Roulier (La primera de la tarde, Radio 2).
Caro opinó también que “Transener es una empresa privada, considerada una de las mejores del sector en América Latina y su director general es un profesional reconocido por más de 30 años”.
“A Transener esto no le sale gratis de ninguna manera”, insistió Caro y añadió que “si hubo un error de planificación, se está analizando”.
Por otra parte, el ex interventor dijo que, según su opinión, la EPE debería estar en manos privadas aunque lo que realmente vale "es lo que piensa la gente". Agregó sin embargo que el hecho de que sea pública no implica que no pueda ser eficiente.
"Tener la estabilidad del empleado público y la conducción política de la empresa van en contra de su eficiencia. Lo correcto sería que a la conducción se le fijen objetivos y si se cumplen esos objetivos los directores deberían seguir, como ocurre en cualquier empresa”, expresó.
La polémica de los sueldos
Finalmente, el ex interventor y ex subdirector de Transener se refirió a la polémica por los sueldos de la EPE y opinó que “estar al frente de una empresa como la EPE con toda la responsabilidad que implica, tiene que estar remunerado razonablemente”.
“Creo que los salarios de los cargos gerenciales de la empresa, si se trata de profesionales capaces, deben estar bien remunerados”, dijo.
Finalmente, sobre la calidad del servicio opinó que depende de las zonas de la provincia aunque en Rosario “es de media para abajo” porque “se corta bastante la luz”.