La causa que descansa en el escritorio del juez Juan Carlos Vienna avanza a paso firme. El magistrado tiene ahora en sus manos una serie de grabaciones que develan cómo agentes de la fuerza ponían en sobre aviso a narcotraficantes respecto de procedimientos futuros. En tanto desde Villa Gobernador Gálvez se confirmó la relación de un asesinato cometido el año pasado con la banda Los Monos y se ordenaron diez allanamientos, entre ellos el de la remisería de Luis "Pollo" Bassi.
Según publicó La Capital, las grabaciones fueron tomadas hace aproximadamente 50 días y enfocó ahora la lupa sobre 12 dependencias policiales. Todas las conversaciones son similares y en cada una de ellas los uniformados alertaban a los narcos sobre procedimientos que se realizarían al día siguiente. A partir de las fechas de las escuchas y de los allanamientos, se dedujo que efectivamente los operativos habían sido frustrados por el aviso de alguien de adentro de la fuerza.
De este modo, esta nueva evidencia alimenta las más de 2.800 fojas que ya tiene Vienna apiladas en su despacho, y abona la hipótesis de una estructura de protección policial hacia las redes narco. A principios de junio dos agentes de la Secretaría de Delitos Complejos –el comisario inspector Gustavo "Gula Gula" Pereyra y el sargento Juan "Chavo" Maciel– fueron detenidos al comprobar que filtraban información; pero las nuevas escuchas habrían identificado otros nombres. De todos modos, el que más se reitera entre los uniformados es el de Maciel. En tanto, entre los supuestos miembros de la banda narco, se repite el de Ramón Machuca, más conocido como "Monchi" Cantero, hermano de crianza de Máximo "Guille" Cantero –en prisión desde el viernes pasado– y Claudio "Pájaro" Cantero.
En tanto, desde la vecina localidad, según informó Rosario12, el magistrado de la 15º Nominación, Alejandro Negroni, comandó este martes una decena de allanamientos destinados a esclarecer el asesinato de Juan Pablo Colazo –muerto en noviembre pasado– y la detención de los dos sospechosos principales: el Pollo Bassi y Milton Damario. Ambos sindicados como miembros de la red criminal que maneja la familia Cantero.
Como resultado de los operativos –realizados a la vez en Villa Gobernador Gálvez y Pueblo Esther– la policía secuestró una escopeta calibre 12, un chaleco antibalas, varios handies y un revólver calibre 22.
Los diálogos
Las desgrabaciones aportaron indicios contundentes al juzgado de Vienna sobre el amparo policial a la asociación ilícita. Sus alcances llegarían a una docena de dependencias policiales locales: cinco secciones de la Agrupación Unidades Especiales, una de la Agrupación Cuerpos, el área de Inteligencia de la ex Drogas Peligrosas y cinco comisarías de Rosario que pertenecen a la Agrupación Orden Público.
El intercambio de palabras es siempre similar; aquí un fragmento de uno de los diálogos –con fecha 9 de mayo– a los que tuvo acceso La Capital. Se trata de una conversación entre dos voces masculinas.
– Amigo, te dijeron que mañana hay quince...de Investigaciones
–No, ¿que hay quince de qué?
– De ahí, de la Unidad Regional Dos, boludo, quince allanamientos
–Listoooo
– Bueno, yo recién me enteré, por eso te aviso, mañana a las siete dicen que se juntan todos.
–Listo, dale
– Nos vemos.
Finalmente, otro diálogo captado el 18 de mayo, parece ser aún más revelador por cuanto brinda precisiones sobre los “hombres de confianza” de los narcos; más concretamente se hace referencia a Pereyra y Maciel. Éste último es definido por un supuesto efectivo de la policía federal como alguien “piola”.