El accidente del Junkers, construido en Alemania en 1939 y que se utilizaba para vuelos panorámicos sobre los alpes suizos, se produjo el sábado cuando se estrelló "casi de manera vertical y a gran velocidad" contra el suelo en un área del Piz Segnas, cerca de la localidad de Flims, indicó el responsable de la investigación, Daniel Knecht.
Se trata del peor accidente en la historia del transporte aéreo suizo desde que se estrellara un avión de Crossair en el año 2001, en el que murieron 24 personas, según los medios suizos.
El avión militar, apodado "Tía JU", tenía 17 plazas para pasajeros, dos para los pilotos y uno para un tripulante. Había realizado un viaje turístico en el Ticino y debía aterrizar sobre las 17 hora local en el aeropuerto de Dúbendorf (Zúrich, norte).
Las víctimas, once hombres y nueve mujeres de edades comprendidas entre los 42 y los 84 años, procedían en su mayoría de Suiza –de los cantones de Zúrich, Thurgovia, Lucerna, Schwyz, Zug y Vaud–, mientras que un matrimonio y su hijo eran austríacos.
Los familiares de todas las víctimas, salvo de una, fueron informados por las autoridades suizas.
La central de la Policía cantonal fue informado del accidente sobre las 16.57 hora local (14.57 GMT), lo que activó un operativo importante en el que participaron cerca de cien personas, un dispositivo que continúa aún este domingo, precisó el responsable de la Policía de los Grisones Andreas Tobler.
Daniel Knecht descartó factores externos, como una colisión con otro avión previo al accidente o que se rompiera parcialmente la aeronave en el vuelo, pero los aparatos tan antiguos no cuentan con caja negra, lo que complica considerablemente la investigación.
El experto señaló que las altas temperaturas que experimenta Suiza actualmente, de entre 32 y 34 grados, pudieron influir en el funcionamiento de los motores del avión antiguo, pero quiso dejar claro que "el calor nunca es la única causa de un accidente".
El consejero delegado y cofundador de la aerolínea JU-Air, Kurt Waldmeier, señaló en rueda de prensa que el día de ayer fue el "peor día en los 39 años de historia" de la compañía.
Aseguró que no había constancia de problemas técnicos en el aparato siniestrado y precisó que los aviones de la aerolínea solo son pilotados por profesionales con una gran experiencia y que el último mantenimiento del JU52 tuvo lugar a finales de julio.
En el caso de este viaje, el primer piloto tenía 62 años, una experiencia de 30 años y solo en el JU52 contabilizaba 943 horas de vuelo, mientras que el segundo piloto tenía 63 años y una experiencia de vuelo similar.
La azafata, de 66 años, tenía por su parte más de 40 años de experiencia profesional. De momento JU-Air suspendió sus operaciones y decidió dejar en tierra sus aviones hasta nuevo aviso.
Fuente: EFE