Así lo aseguró el padre Juan Pablo Nuñez de la Parroquia María Reina, baleada este fin de semana. El sacerdote atribuyó el ataque a su trabajo para alejar a los jóvenes de las drogas. "Hay muchos bunkers, yo ya era una molestia. Los pibes que quieren recuperarse son amedrentados. Hoy para ellos es plata fácil "trabajar" en bunkers", advirtió el cura.
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