Por primera vez desde la entrada en vigor el lunes del alto el fuego entre Israel y la milicia de Hezbolá, militares israelíes emprendieron una acción en suelo libanés. En los combates con la milicia chiita murieron tres combatientes y un soldado.

Un portavoz militar israelí en Tel Aviv explicó que el fin del operativo realizado durante la noche del viernes al sábado era evitar el tráfico de armas procedente de Siria e Irán. Aseguró además que el objetivo de la acción se había cumplido.

Con la protección de ataques aéreos simulados, helicópteros israelíes transportaron a Líbano dos vehículos Hummer a unos 100 kilómetros de la frontera israelí. Con estos vehículos todoterreno los soldados israelíes marcharon hasta el pueblo de Budai, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Baalbek, donde se enfrentaron con milicianos de Hezbolá.