Mariana Telleria, la artista que sacudió a Rosario cuando pintó de negro al museo Castagnino, representará al país en la famosa Bienal de Venecia que se desarrollará entre mayo y noviembre del año próximo. Se trata de la primera artista elegida por concurso para la exposición internacional.
Aunque en rigor es rufinense –nació en Rufino en 1979–, hace 20 años que vive en Rosario a donde se radicó en 1998 para estudiar la carrera de Bellas Artes que dejó inconclusa.
Autodidacta, aseguró que “cada una de mis ideas no nacen como hecho aislado, sino como formas o composiciones de articular y reordenar tantas cosas que están, me interpelan y no reconozco de inmediato”. Así se definió para su perfil en la galería Ruth Benzacar de Buenos Aires, donde suele exponer.
La próxima edición de la gran Bienal estará guiada por el lema "Afortunado quien viva en tiempos interesantes", en alusión a una era de convulsiones globales.
El Castagnino, de negro
En septiembre de 2014, Mariana Telleria sorprendió a Rosario con una intervención que duplicó las visitas al museo Castagnino. Pintó de negro buena parte de la fachada de bulevar Oroño y avenida Pellegrini lo que causó gran polémica. No fue un cambio estético permanente sino una modificación en el marco de la muestra “Ampliación” que jugó con los colores de la otra sede el Catagnino, el Macro ubicado a la vera del Paraná que resalta por la paleta de sus silos.
“Pintar el Castagnino de negro es un llamado de atención: aquí hay un museo, aquí pasan cosas. El diálogo entre las dos sedes aumenta su volumen y se hace oír porque, cambiado el blanco de los silos por colores, tornar el blanco del museo en negro es una señal visible de ese diálogo”, señala el sitio oficial de la muestra que estuvo hasta el 12 de septiembre de 2014.