No, nunca nadie imaginó que Pablo Neruda pudiera ser cuestionado en Chile. Pero todo cambia. Y un proyecto para rebautizar el aeropuerto de Santiago con su nombre fue rechazado por movimientos feministas por una violación que el propio escritor confesó en sus memorias.
"Queremos que cuando los extranjeros y turistas pisen suelo chileno, lo primero que vean sea el nombre del poeta Pablo Neruda", justificó la diputada Carolina Marzán, autora del proyecto para rebautizar el aeropuerto de Santiago.
En "Confieso que he vivido", que fue publicado después de su muerte, Neruda describe lo que se asemeja a la violación de una joven empleada doméstica cuando era cónsul de Chile en Ceilán, la actual Sri Lanka. En sus palabras, "el encuentro fue el de un hombre con una estatua". "Permaneció todo el tiempo con sus ojos abiertos, impasible. Hacía bien en despreciarme", confesó el poeta.
Por eso, son muchas las voces en Chile que cuestionan el proyecto de cambio de nombre, que ya fue aprobado por la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, pero aún debe ser debatido en el plenario.
La diputada Pamela Jiles, que conoció al autor de "Canto General" y "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" cuando era nena, ya que su abuelo fue el abogado del poeta, está en contra de este cambio.
"Me opongo a que nuestro aeropuerto lleve ese nombre, porque considero que no están los tiempos para homenajear a un maltratador de mujeres que abandonó a su hija enferma y que confesó una violación, menos como imagen-país", aseguró.
"Tenemos otra premio Nobel con mayores méritos estéticos que Neruda y sin ninguno de sus graves defectos”, afirmó, en referencia a la poeta Gabriela Mistral, también ganadora de un Nobel de Literatura.
"No creo que sea necesario condenar la obra de Neruda como tampoco se puede desconocer su aporte a la política como militante comunista, pero sí creo que hay que ser claros en condenar su comportamiento con las mujeres y particularmente su actitud despreciable con su hija enferma a la que desconoció y abandonó. Ni el poema más perfecto puede compensar la maldad hacia un niño", agregó Jiles.