Desde la provincia de Salta y en el marco de una conferencia de prensa, el presidente Mauricio Macri hizo una fuerte defensa a la decisión de vetar la ley impulsada por la oposición para retrotraer las tarifas de los servicios públicos (gas, luz, y agua) a noviembre de 2017 y casi a modo de reto disparó: "No entendieron que el Congreso no es el que tiene que fijar tarifas".
"La oposición tienen que explicar por qué votaron esto cuando me decían en privado que los prometiera que la iba a vetar porque el proyecto era un mamarracho", afirmó Macri. "El veto era anunciado, los que votaron la ley no dijeron de dónde salían los recursos", disparó.
"Si dejábamos esa ley, había que invertir 110.000 millones de pesos, significaba suspender la Asignación por Hijo y otros programas sociales", advirtió Macri. Y aseguró: "Si hubiese una solución alternativa el primero en aplicarla hubiese sido yo".
En ese sentido, dos periodistas le preguntaron si tenía previstos cambios en su gabinete de ministros a fin de achicar la estructura del Estado, pero el mandatario evitó responder y volvió a insistir en la necesidad de avanzar en el rumbo hacia “el país que todos queremos”.
Respecto a los "costos políticos" de la decisión de vetar la ley, Macri respondió: "Yo he venido a hacer lo que lo conviene a los argentinos, no lo que me conviene a mí". Y arremetió contra la oposición a la que le pidió "responsabilidad": "No pueden sacar ventaja mintiéndole a la gente". “Qué quieren demostrar? ¿Que tienen mayoría?”, espetó y luego agregó: "Confiamos en que esto fue solo una recaída, que la mayoría entendió la necesidad del cambio".
Por otro lado, insistió en la necesidad de bajar los impuestos que "asfixian a los argentinos" y afirmó: "En pocos días tendremos un acuerdo con el FMI".
Consultado sobre el impacto en la economía de la devaluación, dijo: "El tercer trimestre va a ser más peleado, en realidad va a estar mitad y mitad". La frase no quedó del todo clara y reforzó: "Argentina va a crecer pero menos a causa de la sequía".
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