Mauricio Macri transmitió "todo el apoyo" del gobierno nacional a los familiares del cadete policial muerto en La Rioja como consecuencia del esfuerzo físico al que fue sometido en su primer entrenamiento, sin agua y bajo golpes y humillaciones.
El padre de Emanuel Garay, Roque, y su hermano Adrián, pidieron al presidente que se profesionalice la instrucción a los cadetes policiales, y que el gobierno se involucre en la investigación del homicidio, para que "nadie quede impune".
En este sentido, la familia Garay se llevó del encuentro en Casa Rosada la promesa del gobierno de que nombrará un veedor para que supervise el proceso penal y la decisión de proponer cambios en la instrucción de las policías provinciales, no solo en La Rioja.
"No puede ser esto que ocurrió, a mi hijo lo dejamos bien y sano a las cinco de la mañana y a la tarde lo estábamos llorando", señaló el padre del cadete, también policía, al asegurar que "en ningún lugar del mundo se instruye de esta forma, con golpes y sin darles agua".