Fue muy comentado el episodio en que el presidente Mauricio Macri fue a buscar a su hija Antonia al colegio en el helicóptero presidencial. Luego se supo que ambos se dirigieron a un pizzería de la localidad bonaerense de Escobar para grabar la visita a ese local de emprendedores gastronómicos, a modo de spot de propaganda sobre cómo afrontar este momento de crisis. Pero la presencia del mandatario en el negocio generó otra polémica, cuando los dueños del comercio comenzaron a recibir mensajes hostiles en las redes sociales.

El presidente reaccionó con un hilo de tuits frente al hostigamiento que recibió la joven pareja que abrió el local denominado “Il Calzone della Nonna”. Pero sus comentarios también fueron objeto de crítica, al pedir “aislar a las personas envilecidas”.

“El miércoles estuve en la pizzería de Verónica y Federico, en Escobar, una joven pareja que hace dos semanas abrió su propio negocio llena de sueños y esperanzas. Ellos mismos hicieron las refacciones, pintaron y decoraron ese local llamado Il Calzone della Nonna", publicó Macri en su cuenta oficial de Twitter.
 
Luego de publicar el video de mi visita en Facebook comenzaron a recibir agresiones en su página: mensajes con lenguaje de odio deseándoles que les vaya mal, insultos, y textos humillantes dirigidos a esta pareja que sólo quiere trabajar y crecer con su propio negocio”, siguió el presidente.
 
 

En su tuit más criticado, el mandatario señaló que “el único antídoto ante este veneno social que persigue inocentes es mantenerse unidos. Tenemos que aislar a las personas envilecidas que buscan el fracaso de los demás”.

“Ante la agresión y la persecución, los argentinos pacíficos tenemos que estar más juntos que nunca, tener templanza, esperanza y coraje”, afirmó luego.

Y finalizó: “Somos muchos más los que queremos que a la Argentina le vaya bien que los que desean que les vaya mal. No nos van a amedrentar ni a hacer retroceder hacia el pasado. Cambiamos”.

El presidente recibió muchos comentarios de apoyo, pero también muchas respuestas críticas por su expresión de “aislar a las personas envilecidas”, argumentando que son términos “de otros tiempos”.