Llega fin de año y con el cierre se asoman las predicciones de lo que vendrá. Si de vaticinios se trata, cómo no consultar a la mujer que más estudió el tema desde una óptica oriental: Ludovica Squirru. Artista, astróloga, poetisa, la mujer que es capáz de desplegarse en un sin fín de facetas (amanece plantando en su huerta orgánica de Nono, crea platos naturistas, escribe poemas y anochece cantando mantras a la vida) advirtió en el programa Diez Puntos que "el año del tigre va a ser difícil y al ser de metal tendrá un costado bélico, pero no hay que ser apocalíptico". Como todos los años, la astróloga seguirá la cábala de comenzar su gira en Rosario. El viernes 11 a las 19.30 estará en el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro) y el sábado 12 a las 11.30 en la librería Ross de Córdoba 1347. Presentará el Horóscopo 2010, firmará ejemplares y dará las principales claves para enfrentar el año del animal sagrado: "el más rígido, intransigente e inflexible de todos".

El año del Tigre no será sencillo. No sólo lo dice Ludovica sino también el mapa del mundo: cambios bruscos en el clima, calentamiento glogal, extinción de especies, plagas y crisis financieras que se arastran dejarán un tendal de consecuencias . "Si uno no se prepara, será una odisea, un viaje interesante en el que se pueda aceptar que uno ya no necesita ciertas cosas. Eso sí, este año chino comienza el día de los enamorados o San Valentín, lo que implica un inicio esperanzador. Va a tener una gran carga afectiva y amorosa", expresó. Es que diferencia de la celebración occidental (el 1º de enero de 2010) el nuevo año chino se celebra nada más y nada menos que el 14 de febrero. 

En tanto, aconsejó que durante todo este período (por lo menos hasta enero) hay que terminar el año del Búfalo y comenzar un trabajo de conciencia para estar colocados y no distraídos. "El tigre puede dar el zarpazo. No importa de qué signo seamos, todos nos vamos a imbuir en la naturaleza felina. Va a ser un año de mucha locura, y tenemos que estar preparados", alertó.

Asimismo, llamó a hacer los cambios por dentro para no esperar soluciones mágicas a los problemas desde afuera. "Todo el libro trae nuevas herramientas para la gente. Todo lo que hacemos puede funcionar como un aporte para que las cosas cambien. A través de la meditación, de la medicina china, del feng shui. No hay que esperar que ningun astrólogo rija tu vida", señaló.

En este sentido, reconoció que todos tenemos años más o menos favorables –y que éste en particular traerá algunos coletazos poco cordiales no sólo en Argentina sino en el mundo– pero "no no es bueno esperar algo fatalista ni resultados fantásticos". "Todos somos creadores de este devenir, cada uno puede forjar el propio destino, respetando lo que uno quiere. La falta de imaginación es la muerte de los pueblos", sentenció y aprovechó para aplicar esta máxima no sólo a la vida individual sino a la de las sociedades.