Durante el sismo de magnitud 8,2 que sacudió el centro y el sur de México se registró un fenómeno aéreo que iluminó el cielo y que fue observado frente a la costa de Chiapas.
Esta luminosidad se asemeja a la aurora boreal y aparece en las zonas del lugar donde se registra la actividad tectónica y es un inusual fenómeno meteorológico que no está totalmente explicado.
Científicos estadounidenses y canadienses relacionaron la aparición de las extrañas luces con la presencia en la zona de fosas tectónicas donde dos partes de la corteza terrestre se estiran en direcciones contrarias.