La Asociación de Clínicas y Sanatorios advirtió que, de no aumentar los aranceles médicos, deberán comenzar a cobrar plus a partir del mes que viene. La entidad reclama que la ganancia del 120 por ciento que experimentaron las obras sociales y las prepagas desde la caída de la convertibilidad se refleje en los aranceles médicos. Si no consiguen un aumento promedio del 35 por ciento, desde enero los pacientes deberán hacerse cargo de la diferencia y pedir reintegro

“El conflicto es de larga data y se relaciona con una cadena de reclamos que no se satisfacen desde hace mucho tiempo”, explicó Eduardo Javkin, presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios a Rosario3.com.

Según Javkin, el gremio de los médicos pide aumento salarial y los efectores privados no pueden otorgarlo debido a los altos costos que deben afrontar. Para tratar de responder al reclamo, los prestadores hace tiempo que exigen, a su vez, a las obras sociales y a las prepagas de salud que suban los aranceles de las prestaciones. Hasta ahora, un reclamo sin éxito.

Desde la Asociación remarcan que desde que se abandonó la convertibilidad, y gracias a algunas prebendas que el gobierno concedió a las obras sociales, estas han aumentado considerablemente sus ganancias, con incrementos que alcanzan el 120 por ciento en algunos casos. En consecuencia, los sanatorios privados estiman que ya no existen razones de emergencia y de crisis que justifiquen el congelamiento arancelario al que están sometidos.

“A partir de hoy, comenzamos un periodo de negociación para alcanzar un aumento arancelario que se rige por una tabla bastante compleja, según cada empresa de salud, pero el aumento promedio exigido ronda el 35 por ciento”, señaló Javkin.

Los sanatorios y clínicas que pertenecen a laaAsociación advierten que si durante diciembre no consiguen ese incremento, a partir de enero iniciarán un corte parcial del crédito consistente en cobrar a través de la obra social el arancel vigente y la diferencia hasta alcanzar la suma pretendida, en forma directa al afiliado, quien deberá pedir luego el reintegro a su obra social o prepaga.