Así como hace un tiempo se habían puesto de moda los piercing, desde hace unos años los tatuajes se convirtieron en moneda corriente en todas las edades. Miles de argentinos llevan en su piel dibujos, frases y hasta rostros con algún significado muy personal. Sin embargo, por desconocimiento, aquel tattoo podría esconder algo indeseado y peligroso.
“En el instante en que se realiza un tatuaje, en el cuerpo se produce una herida en la piel, y si el profesional que lo lleva acabo desconoce el área corporal en que se encuentra trabajando, puede causar lesiones en vasos sanguíneos y nervios”, señalaron desde el Hospital Alemán de Buenos Aires al portal Salud 180.
Algunos datos oficiales señalan que el 5% de quienes se tatúan manifiestan complicaciones durante y después de dicho procedimiento de pigmentación. Además, tras el proceso se pueden contraer una serie de enfermedades:
- Enfermedades pulmonares, infecciones en articulaciones y problemas en ojos
- VIH/Sida
- Hepatitis B o C
- Virus como verrugas, moluscos y herpes
- Tétanos
- Sífilis
- Tuberculosis
Para intentar minimizar los riesgos, se recomienda seguir los siguientes consejos:
- Verificar las condiciones de higiene del lugar: si cuenta con licencias y si sus instrumentos estás esterilizados.
- Realizar un test de alergias al pigmento antes del proceso.
- Evitar el uso de elementos improvisados: vidrio, varillas, tornillos…
- Confirmar que no tenés alteraciones de la coagulación, cicatrización o hemofilia.